•|Capítulo Cuatro|•

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POV Omnisciente.



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Finalmente había llegado el día, todos festejaban por lo alto dada la noticia, pues hoy sería la tan esperada boda, boda en la que se unirían dos personajes muy importantes de Seúl; el primogénito y heredero de los Jeon, con uno de los magnates más importantes del país, es decir, el actual y flamante CEO de las famosas empresas "Park's Company".

Casi toda la ciudad estaba pendiente de absolutamente todos los detalles, la atención de las personas lograban asemejar a la boda como si se tratara de alguna importante festividad que se realiza cada año. Los medios de comunicación graban y transmitían en directo todos los detalles de la boda, literalmente, hasta parecían saber de memoria cuantas rosas habían sido utilizadas en la decoración de la iglesia.

De poco a poco los invitados, en este caso importantes magnates y empresarios, comenzaban a llegar, luciendo sus mejores trajes y vestidos de lujo, todos y cada uno eran entrevistados al menos una vez, preguntándoles cómo se sentían al ser invitados en la que, literalmente, llamarían la "Boda del año", o simplemente les preguntaban por el diseñador de sus trajes y vestidos, ya saben, puro relleno en la transmisión, para calmar la ansiedad de ver a los novios.

Un par de horas después, cuando todos los invitados ya habían llegado en su totalidad, y solo esperaban sentados dentro de la Iglesia, una gran limusina de color negro llegó, de allí bajó el primer novio, con un elegante traje negro, a exepción de algunos detalles en rosa, la multitud de propios y extraños enloqueció, gritando emocionados por ver al guapo rubio, si, era nada mas y nada menos que Park JiMin, el actual CEO de "Park's Company". JiMin sonrió saludando a todos, los flashes de las cámaras no se hicieron esperar, más que una boda parecía una alfombra roja para actores o Idols populares en alguna premiación. El rubio caminó por la alfombra color perla que era directamente conectada hasta el altar en la iglesia, y se despidió sin perder su sonrisa digna de algún comercial para pasta de dientes.

Luego unos veinte minutos, llegó la segunda limusina, y la gente volvió a gritar eufórica, el segundo novio, es decir, JungKook, bajó de la limusina blanca, con su cabello perfectamente peinado, maquillado cuán Idol, y su bonito traje rosa con detalles negros, haciendo juego con el de su pareja. Muchos flashes lo cegaron en el camino a la Iglesia, pero su padre, WooYoung le ayudó a entrar.

"Ya llegó"

"Dios, dónde consiguió ese traje?, ¡lo necesito!"

"Bonito estilo"

"Awww a que es tierno"

"Mira, el otro novio"


Y más susurros empezaron a hacerse presentes, mientras la música de un piano comenzaba a sonar. JungKook se sentía muy nervioso, pero agradeció tener al lado a su padre, quien lo llevaba a pasos firmes hasta llegar al altar, junto a JiMin.

一 Te ves precioso. 一Le susurró este, que logró cohibir y avergonzar más al pobre JungKook.

La ceremonia comenzó cuando el padre comenzó a hablar, mientras indicaba qué hacer a los novios, JungKook pudo resistir hasta que se pusieron los anillos, pero llegó la hora en donde el padre dijo; "ahora, pueden besarse".

En ese instante JungKook quedó en blanco, como una roca, y los murmullos ya se hacían presentes, por lo que JiMin tomó la cintura de su -ahora- esposo y lo besó, apegándolo a su cuerpo, pocos segundos después, los invitados empezaron a aplaudir y algunos sollozos los acompañaron.

一 Muchas felicidades, muchachos. 一 Les dijo el padre, quien se retiró y dio por culminada la ceremonia. JungKook salió del shock pero de inmediato pensó que se desmayaría, los labios de JiMin aún seguían sobre los suyos.

«Y se siente tan bien...»

Pensó, cerrando los ojos, en un intento de disfrutar más del beso, pero eso no duró mucho, de repente, JiMin lo cargó cuán princesa en apuros, y salió corriendo de la Iglesia con JungKook en brazos, mientras los aplausos y gritos de felicidad lo abucheaban. Cuando cruzaron la enorme puerta de la Iglesia las campanas comenzaron a sonar, y los flashes de las cámaras nuevamente se hicieron presentes, muchos pétalos de flores blancas eran lanzadas en su dirección, como señal de buen augurio.

一 Muchas gracias a todos por venir, gracias, gracias! 一Dijo JiMin sin perder su enorme y risueña sonrisa, como si tener a JungKook en brazos no fuera ningún esfuerzo en absoluto.

Luego de que JiMin agradeciera a todos, dentraron a una tercera limusina, de color plata brillante, y de ese modo, ambos finalmente se habían casado.







[•••]









Dentro del auto ambos novios viajaban en dirección de su "nidito de amor", con un JiMin deshaciendo el nudo de su corbata y un JungKook con la mirada perdida.

«Dios... ¿qué acabo de hacer?»

Se preguntó JungKook, hasta tenía un tic nervioso en el ojo derecho, nuevamente sus inseguridades y miedos atacaban.

JiMin por otro lado se sentía más aliviado, toda esa farsa finalmente había sido reforzada, con el matrimonio encima nadie se atrevería a volver a señalarlo.

Varios minutos en silencio pasaron, cuando JiMin volteó a ver a su esposo, quien parecía tener un viaje astral, y que colpasaria en cualquier momento.

«Agh... el precio es tener que lidiar con él, ¿no?»

Pensó con sarcasmo, y no le quedó más remedio que intentar ser "amable" con ese muchacho, que no era otra cosa mas que una víctima en toda esa mierda.

Decidido a hacer su buena acción del día, carraspeó y habló en un tono sereno.

一 Deja de preocuparte tanto, todo estará bien.

Ese comentario llamó la atención de JungKook, y salió de su transe.

«Él tiene razón.»

Pensó JungKook, volviendo a sonreír algo avergonzado, era tan voluble a su entorno que dolía.

«Decidí ser feliz, disfrutar todo, amar a mi esposo y eso haré... amaré a mi bonito esposo.»

Con una tierna y tímida sonrisa decidió espiar un poco a su esposo, pensando que este se encontraría mirando por la ventana, pero JiMin lo estaba mirando fijamente, ambos conectaron miradas y las mejillas de JungKook no tardaron en pintarse de un suave carmesí, logrando hacer reír al rubio.

«Tonto Pinky»

Pensó JiMin, admitiendo que a pesar de todo, ese chico podría llegar a ser un gran amigo, pero claro, eso no impediría que JiMin quisiera jugar un poco con él.

一 Oh, mira un pétalo en tu cabeza.

JiMin se acercó hasta JungKook con la supuesta intención de quitar un pétalo de la cabeza del pelinegro, quien inocentemente creyó en ello, pero justo cuando el rubio estiró sus manos tomó la cara de JungKook y plantó un beso en sus labios.

一 Nmh?!...





Continuará...

PINKY. ✎국민/KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora