Prólogo

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Las ramas del espino arañaban el cristal de la ventana delante de la cual la pelirroja se encontraba sentada: ¡pam! ¡pam!. Dobló la esquina de la hoja para cambiar de página. La tormenta había sido toda una sorpresa para la adolescente y su servidor, ni los pronósticos del tiempo fueron capaz de predecirlo.

– Roswal, prende la chimenea, muero de frío aquí – alzó la voz mientras giraba su silla para quedar enfrente de su escritorio y su servidor.

– Sí, mi señora – dijo el hombre para luego salir de la habitación y buscar más leña.

La pelirroja bosteza con pereza y cerró su libro con ambas manos, abre uno de sus cajones y lo guarda. En ese momento, el celular sonó con estridencia, tomó de él para contestar y colocarlo en su oído. Oyó una respiración rápida y superficial.

– Jefa, debo hablar con usted – la voz la dejó helada, hacía tiempo que no la escuchaba. Su llamada repentina de querer verla podía significar una sola cosa: Algo salió mal – ¿Puedo ir a verla?

– Está bien – dicho eso cuelga el teléfono.

En segundos, una ráfaga de viento turquesa azotó contra la puerta de golpe y con toda la habitación, volando cada material ligero en ella. Un hombre con una apariencia de veinte años dio su presencia frente a la joven, con un atuendo de vagabundo y una fría expresión en su rostro.

– Un gusto en volver a verla.

– Información – ordenó la chica.

– El plan no salió del todo bien – la pelirroja aprieta los puños con fuerzas bajo su escritorio y desvió su mirada a un lado – logré asesinar solo a dos de ellos – un largo silencio se hizo presente – ¿jefa?

– ¿Y ellos?

– Escaparon.

– ¡Te pedí una sola cosa Kanaye, solo una! – rugió la chica mirando fijamente a los ojos del chico, levantándose de su asiento y golpeando el escritorio con fuerzas.

Kanaye mantuvo su expresión de frialdad y tranquilidad, estaba acostumbrado al temperamento de la chica. Para él, no era nada. Otras veces era peor, verla realmente furiosa sería verla destruir de un solo golpe todo un edificio, donde vivía anteriormente.

– Prometo volver a.. – fue interrumpido por la pelirroja.

– No te preocupes – dijo con más calmada, respira hondo y apoya su dedo índice en sus labios un tanto pensativa – No sirves para esto, lo haré por mi cuenta – vuelve a sentarse apoyando su espalda en la silla de ruedas y gira en ella para quedar enfrente de la ventana –Por el momento no los pierdas de vista, ¿De acuerdo, Kanaye?

– Sí, jefa.

– Puedes retirarte.

Kanaye se inclinó hacia adelante y a toda velocidad se retira de la habitación, volviendo a volar todo material ligero en ella. En ese momento entra Roswal a la habitación con dos pedazos de leña en sus brazos, observó el desorden y suspira pesadamente "más limpieza por hacer" pensó.

– No escaparan de mí... – dijo la chica con una fría expresión de crueldad e irritante sonrisa de satisfacción – Es una promesa.

 – dijo la chica con una fría expresión de crueldad e irritante sonrisa de satisfacción – Es una promesa

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Reviver | BNHA - Katsuki BakugoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora