Reviver | BNHA - Katsuki Bakugo

¹ Débil

Era una fría mañana de otoño, la brisa soplaba suavemente acariciando las hojas de los árboles, la ciudad lucía como cualquier otro día, tenía ese brillo característico en las mañanas, pero el olor a tierra mojada inundaba el entorno ya que había llovido durante el alba. La rubia alzó la mirada al cielo y observó como el cielo empezaba a nublarse, las bajas temperaturas provocan que su pequeño cuerpo temblara de pie a cabeza, su nariz roja y congelada, maldijo en voz baja por no llevar unos pañuelos desechables.

Volvió la mirada al frente y observó las grandes puertas de su academia. La #1 Academia A.U. en formación de héroes, siendo considerada como la academia de héroes más prestigiosa de japón e incluso del mundo. Una academia donde los jóvenes inspirados en salvar vidas aprenden y entrenan para convertirse en héroes, donde Shizu asistía y espera desde el fondo de su corazón llegar a ser una gran heroína algún día.

Ser el sacrificio por el bien ajeno, el ir con fuerza para proteger al débil y tender la mano a quien necesita ayuda, por pequeño o grande que sea. Poder brindar seguridad, esperanza y alegría a quienes lo necesitan.

Es su mayor meta en la vida.

Un grito la hizo despertar de sus pensamientos, mientras caminaba a paso lento por la entrada, se dio cuenta como un rubio cenizas tomaba a un pobre chico de la camisa y le gritaba.

– Kacchan – se detuvo para llamar la atención de ambos – ¿Qué le haces a Midoriya-Kun?

– Yamazaki-Chan, estoy bien, es solo... – fue interrumpido por su compañero.

– ¿Te he llamado acaso? – preguntó Kacchan, alzando su ceja izquierda y mirándola con fastidio.

– No, pero...

– Piérdete tonta.

Shizu se mantuvo en silencio observando fijamente a los ojos de Kacchan, como si estuvieran en una batalla de quien parpadea primero, pero pensó que no valía la pena discutir con él. Cerró los ojos y soltó un suspiro pesado, volvió a retomar el paso con tranquilidad.

"Perdón Midoriya-Kun, es imposible hablar con él" pensó Shizu.

– Kacchan, no seas así con ella.

– ¡Cállate! ¡¿Acaso te he dicho que puedes hablar?!

– ¡Lo siento! ¡Lo siento! – exclamó Midoriya con miedo.

Fue lo último que escuchó de sus compañeros para cuando se adentra por los pasillos de la academia. En cuestión de minutos, llegó a su salón. Al entrar, Uraraka y Tsuyu fueron las primeras en saludar, seguido de Kirishima, Iida y Shoji.

– Buenos días chicos – saludó de vuelta Shizu con una sonrisa.

– ¡Yamazaki-Chan! – se acercó a la chica – ¡como representante del salón, debo preocuparme por mis compañeros! ¡Aizawa Sensei nos comentó que haz sufrido un duro resfriado en estos dos días! – exclamó Iida. Shizu se rasca con suavidad y nerviosismo su mejilla, se sentía incómoda por no encontrar las palabras adecuadas para explicar su ausencia – ¡¿Cómo te sientes ahora?!

– Estoy muy bien Iida-Kun, gracias por preocuparse – mintió, pero era más preferible que decir la verdadera razón de su ausencia.

– ¡Shizu! – gritó de alegría Mina abalanzándose sobre ella, provocando que ambas cayeran al suelo – ¡No sabes lo mucho que te extrañé! – dijo frotando su mejilla con la de ella de arriba abajo.

– ¡Yo también te extrañé Mina!

– ¡Chicas, tengan cuidado! ¡Pueden provocar un accidente!