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🦁2∂α ραɾƭε: ƒεƭเcɦεร ∂ε αℓƒα🦁

Pov. De Giyu.

Puedo ver como mi lindo conejito sigue moviéndose sobre mí, su culo se restriega contra mi pene creando una deliciosa y maravillosa fricción.

Sus orbes desbordan lujuria, puedo mirar atentamente cada uno de sus movimientos, se me hace inimaginable llenar ese estrecho y cálido agujero que baña mi pene con sus viscosos fluidos.

Antes de poder agarrar sus caderas, Tanjiro pone su lindo culo frente a mi rostro, donde empiezo a estrujar sus redondos y firmes glúteos con mis manos como me gusta, y un gruñido sale de mi boca cuando siento mi pene siendo lamido desde la base hasta la punta, también sintiendo como su saliva escurre por todo mi largo falo.

Sigo soltando gruñidos y gemidos cada vez que hace un movimiento para complacer mi morbo.

No tardo en golpear sus dos glúteos al mismo tiempo y mi omega chilla con mi pene en su boca dándole un leve mordisco que hace que nuevamente vuelva a gruñir.

Sin poder resistirme lamo con insistencia su rugosa entrada, lamiendo cada uno de los fluidos que salen por su agujero palpitando por mi pene, simplemente delicioso e irresistible. Cada movimiento de cadera que hace me hipnotiza, llevándome a meter mi lengua mientras su anillo muscular me aprieta levemente, para poder saborear más su delicioso lubricante natural.

Aún haciendo esto mi pelvis no deja de moverse debido a como Tanjiro frota mi pene contra su paladar, siento como su saliva escurre hasta mis testículos, no puedo evitar ahogar un jadeo ante eso mientras sigo lamiendo y moviendo mi lengua en su interior.

Saco mi lengua tomándome el tiempo para seguir saboreando su lubricante natural.

Mi omega saca mi pene de su boca escuchándose ese leve sonido de chapoteo junto a un suspiro de su parte, pero aún no estoy ni cerca del orgasmo. Mis manos agarran sus caderas y lo vuelvo a sentar en mi regazo haciendo que él me de la espalda, pero puedo aprovechar eso mientras pellizco sus pezones, entreteniendome.

Sus jadeos se hacen presentes en la habitación y no puedo evitar deleitarme con cada sonido que escapa de su boca.

Sus pezones se están volviendo duros cada vez que los estiro con mis dedos y aprieto un poco la carne de su botón de color durazno. Puedo ver como las pequeñas gotas de leche empiezan a salir haciendo que pase mi lengua por mis labios.

Es tan jodidamente magnífico.

La mano de Tanjiro se dirige a su propio pene, comenzando a masturbarse a si mismo mientras yo sigo entreteniendome con sus duros y erectos pezones.

-¿Tan bueno se siente?- mi voz se hace grave, casi de ultratumba. En este momento no hay nada de cordura en mi.

Mi mano derecha deja de pellizcar su pezón y se dirige a su ingle, tomando con mis manos los testículos de mi conejito quien empieza a mover sus caderas encima de mi pene, volviendo a restregar mi ahora reluciente pene, por la anterior felación, en su húmeda entrada.