El tiempo no Ha podido hacer que pase lo nuestro.

Capítulo 1 Hange

Diré todo que tenga que decir al final de mi historia

Aimer-San(Hongo)

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Capítulo 1
Hange
Mi sinfonietta di Janáček.

Me encontraba contemplando el cielo por la ventanilla de mi auto mientras esperaba en silencio varada en el inmenso tráfico que se hacia cada mañana. Era un poco extraño para mí ya que era sábado en la mañana y no tendría por qué haber un tráfico tan macabro como este.
Baje el vidrio de la puerta para poder prender un cigarrillo en lo que esperaba a que avanzaran los demás autos delante de mí, hacia mucho tiempo que no fumaba pero últimamente mi mente se encuentra muy dispersa y fumar me ayudaba a calmarme y relajarme.
Cerré los ojos y deje escapar el humo por mis labios e intentar recordar aquel sueño tan extraño que he tenido estos recientes días, sin embargo, no tuve ningún éxito pero lo único que aún queda grabado en mi memoria era las palabras de alguien que decía que “ENTREGARA MI CORAZÓN”
¿Entregar mi corazón?
¿A quién o a qué?, cerraba con más fuerza mis ojos por la frustración de no poder encontrar ninguna respuesta a aquellas preguntas. No fue hasta que el sonido de un claxon me saco de mis pensamientos y me hizo abrir mis ojos. Al parecer el tráfico que se encontraba hace algunos momentos se había desvanecido y ahora la que estaba provocando el retraso de los demás era yo.
Apague mi cigarrillo y me dispuse a dar marcha a mi coche. Mi destino era llegar al supermercado que se encontraba cerca de la plaza. 
Últimamente la carga de trabajo era demasiado grande ya que se acercaba una auditoría en la empresa que tenía que quedarme en la oficina hasta altas horas de la noche para poder terminarlas y no tener ningún retraso con la entrega de las mismas, era agotador, fue así por varias semanas que incluso tenía que ir los fines de semana cosa que no me agradaba para nada. Hasta ayer, que por fin pude mandar la información que era requerida. Es mi primer fin de semana en el que puedo descansar como es debido y también comer a mis horas, o bueno eso pensaba pero al no estar en mi casa significaba nevera vacía ya que al vivir sola no tenía quien me ayudara con las compras o el aseo de la casa. Entonces ese era el motivo principal por el que tenía que salir hoy. Si bien podría ordenar cualquier cosa a domicilio para poder comer, pero no era algo que quisiera hacer. Estar envuelta en tanto trabajo, encerrada por mucho  tiempo hizo que me provocaran ganas de salir, a tomar un poco de aire fresco así que salir a hacer las compras era una mejor opción ya que podría quedarme unos minutos en la plaza para poder despejar mi mente.
Llegue al estacionamiento del supermercado, estacione mi coche, cogí mis llaves y mi cartera para poder meterlas en mi bolso bandolera y poder ir adentro del supermercado y hacer mis compras.
Me dispuse a tomar una canastilla y empecé a caminar por los pasillos mientras mentalizaba cual era la mejor opción para mi cena este día. Así que opte por algo simple y saludable a la vez. Una ensalada, una ensalada waldorf, me encamine al pasillo donde se encontraban las verduras y comencé a hacer memoria de cuáles eran los ingredientes para la ensalada y si no mal recordaba eran:

• 2 cogollos de lechuga
• 2 ramas de apio
• 1 manzana granny Smith
• 60g de nueces peladas y tostadas
• 1 yema de huevo
• 60g de mayonesa
• 25g de leche evaporada.

Fui tomando cada uno de los ingredientes conforme a los encontraba, también cogí unos cuantos brócolis y un poco de arrachera, sería mi cena para el día siguiente; ya teniendo todo lo que necesitaba me dirigí a la caja a pagar por todo lo que llevaba. Me encamine al estacionamiento después de haber pagado para dejar las cosas en mi auto y dejarlo ahí unos minutos para poder ir a la plaza  tomar un poco de aire fresco. La distancia que había entre el supermercado y la plaza eran unas 3 calles entonces decidí que caminar no me haría ningún mal.
A lo lejos pude notar muy poca gente, tenía sentido ya que no era muy tarde que digamos, eran las 10:00 de mañana y era fin de semana. La mayoría de las personas querían descansar y claro yo no era la excepción pero aquí estoy.
Ahora que recuerdo no había desayuno nada aún y mi estómago empezaba a pedir alimento. Voltee a todos lados para poder encontrar algún lugar para comer algo y gracias a dios encontré una cafetería al cruzar la avenida. No estoy muy segura si estaba antes pero que más da, tomar un buen café y algún biscocho es bien recibido ahora.
Fui en dirección a la cafetería, cruce la avenida, abrí la puerta y sin entender por qué una punzada en mi cabeza se hizo presente, era tan fuerte que casi caigo de no ser que alguien que logro darse cuenta y me tomo del brazo para evitar caer. Me llevo a una silla y me ayudo a sentarme. Pude escuchar que me dijo algo pero no pude reaccionar, para cuando voltee a verlo solo pude ver su espalda alejarse a lo lejos.
Intente tranquilizarme, pero lo que antes era una simple punzada ahora era un dolor de cabeza muy intenso. No entendía  por qué había venido ese dolor, tal vez mi cuerpo me pedía a gritos alimento y no me daba cuenta, o tal vez era a causa del exceso de trabajo y la falta de sueño. Pero yo no quise pensar más en ello, si seguía así el dolor no cesaría.
Sentí como alguien tocaba mi hombro mientras veía enfrente de mí un vaso con agua y una píldora. Volvió a decirme algo pero era imposible entender algo de lo que me decía; ai que hice caso a mi instinto y tome la pastilla, la coloque en mi boca para después tomar un gran trago de agua para que pasara a través de mi garganta.
Pasaron varios minutos para que pudiera sentir el efecto del medicamento, pero en ningún momento vi a la persona alejarse de mí; así que decidí hablar para poder hacerle saber que ya me sentía mejor pero él se adelantó.