orígenes

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Era de noche, Hela estaba en su habitación jugando con sus juguetes. Sus padres ya se habían ido a dormir. Era una noche tranquila, o eso pensaba ella hasta que una nube de humo y un calor infernal invadieron su hogar. Hela corrió para despertar a sus padres, y juntos intentaron atravesar la enorme vivienda hasta llegar a la puerta. Ya casi lo conseguían cuando los pedazos de techo empezaron a caer. Mientras que vigas y tablones caían, los padres de Hela abrieron la puerta. Hela salió la primera, pero sus padres no lograron sobrepasar el portón. Así es como Hela acabó en el orfanato. Han pasado diez años desde en incidente, Hela tiene dieciséis años y una buena vida en el orfanato junto a sus dos amigos kenth y Saeko.

Era lunes por la mañana, Hela se preparó y se fue al instituto, ya que los mayores de once años se les permitía dar clase fuera del recinto y pasar las tardes fuera. Hela estaba muy feliz, ya que a primera hora le tocaba clase de arte.

Sonó la campana de cambio de clase y fue a su encuentro con Kenth.

-¿Cómo te ha ido la clase de robótica?- preguntó Hela con una gran sonrisa

-¡Genial! Oye. Quería preguntarte algo  sobre el baile de la semana que viene...- Le contestó

-Hela, ¿Podemos hablar un momento a solas?- Anunció Saeko, que había llegado de la nada a interrumpir la conversación.

-¡¿¡¿¡Es que no puedes esperarte a que terminemos de hablar!?!?!- soltó Kenth irritado.

-No- Le respondió Saeko con una sonrisa

-Kenth, es sólo un segundo- Le susurró Hela al oído

-Está bien- Respondió molesto

-Gracias- le dijo Saeko

-Bueno... ¿Qué querías contarme?-

-Pues verás, muchas chicas me han pedido ir al baile y no me gustaría que se enfadasen con la que yo eligiera, así que me preguntaba  si querrías ir conmigo-

-¿Y entonces no sé enfadaran conmigo?-

- Verás, tu eres difícil de odiar-

-Entonces vale- dijo sonriente

-Perfecto, pasaré por tu habitación a las siete

-vale, luego nos vemos- dijo hela corriendo hacia su aula mientras se despedía de Saeko con la mano

La mañana paso como siempre, y después de comer el autobús dejo a Hela, Saeko y Kenth en el orfanato. Todos los niños salieron al patio y allí se encontraron Hela y Kenth

Eran las ocho de la noche, el sol se estaba poniendo, y algunos niños se pusieron alrededor de Hela y Kenth, como si hubiera algo planeado.

Entonces kenth se arrodilló junto a Hela, y aunque estaba nervioso y pálido se armó de valor.

-Hela, nos conocemos desde hace mucho tiempo y somos buenos amigos, y me preguntaba... Si querrías ir al baile conmigo...-

Al escuchar sus palabras, Hela se levantó

-Kenth...yo...- dijo cabizbaja

Pasaron cinco segundos en total silencio, y entonces Hela volvió a hablar

-Voy con otra persona...lo siento...-

Y se marcho del lugar sigilosamente.

Ya había anochecido, así que kenth, forzando una sonrisa, se metió adentro del orfanato, y, segundos después, el resto de niños.

Ya eran las seis de la mañana, Kenth que no había podido dormir en toda la noche, se levantó de su cama y subió al tejado a contemplar el amanecer melancólicamente .

Al rato, notó que alguien subía. Era Hela, que se acercaba a él  en silencio, con la cabeza gacha, y se quedó de pie a su lado, esperando la aprobación de este para sentarse junto a él. Kenth, con una sonrisa tristona  golpeó suavemente el hueco a su lado indicándole que podía sentarse junto a él.

-yo... Lo siento...- dijo Hela, mirando al cielo.

- Tranquila... No hay nada por lo que pedir disculpas, alguien fue más rápido que yo en pedírtelo, lo entiendo...-

Hela abrazó a Kenth con fuerza, dejando escapar algunas lágrimas.

De repente, Kenth recordó algo que había permanecido en su mente todos estos años ...

En ese recuerdo, se ve a Kenth y a Hela, de seis años, abrazados. Hela estaba llorando.

Pero no estaban solos, allí habían dos hombres con unas imponentes alas blancas, que resultaron ser el rey de los ángeles, que era el padre de Hela; y el comandante de los ángeles, que era el padre de kenth.

- Escucha, Kenth, el mundo de los ángeles está en peligro, y la vida de Hela también. Si os quedáis moriréis, por eso debéis ir al reino humano. No dejes que Hela sepa la verdad, si no intentará volver y morirá. Pero aunque vayáis al reino humano os seguirán. No recordarás esto hasta dentro de muchos años, pero sé que cumplirás esa misión.- Le dijo el rey Arael a Kenth.

-Venid aquí, os voy a borrar la memoria- le dijo su padre

Kenth estaba confundido y nervioso, ya que era mucha información la que le vino a la cabeza al recordar lo sucedido. Pero una cosa estaba segura, protegería a Hela, aunque tuviera que dar su vida en ello...

Capítulo 1 escrito por Aarael

Los Ángeles CaídosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora