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Sabía quién era. Lo había encontrado por fin. Y se sentía tan tonta, tan impotente. Lo había tenido frente a ella todo el tiempo, él siempre estuvo ahí. Nunca fue un desconocido, pero ella no se dió cuenta antes. Fue tan tonta. Repetía esto en su cabeza, una y otra vez; arrepintiéndose por no haberlo notado antes.
El chico que le gustaba hace meses, era el mismo que la enamoró a través de unas simples notas de color.
¿Que debía hacer ahora? Esperar a que él diera el primer paso y le hablara. — No, no, no. Ya esperé demasiado — susurró Youngmi mientras agitaba su cabeza. Confundida por no saber lo que seguía. Estaba tan desesperada por encontrar a aquel chico, que no se paró a pensar en lo que haría una vez que lo encontrara.
¿Se supone que debía ir corriendo hacía él y mágicamente todo pasaría por sí mismo?
Claro, exactamente eso es lo que debía hacer. Y se dió cuenta de ello justo después de meter la mano en su bolsillo para tomar la nota que había recogido esta mañana. Leerla era lo que necesitaba para aclarar su mente.
« Se acabaron las notas Youngmi. Te estaré esperando, ya sabes donde encontrarme. »
Era él. Era la oportunidad que había estado esperando, y por supuesto, no la iba a dejar pasar.
No le importó estar ya en el autobús de camino a casa. Ni tampoco le importó pedirle al conductor que frenara de repente para poder bajar de inmediato. En cuanto sus pies tocaron el suelo, comenzó a correr como si su vida dependiera de ello. Él la estaba esperando, Youngmi por fin podía confesarle que ella sentía lo mismo por él.
Por suerte, el autobús no había avanzado una gran distancia antes de que ella bajara para correr de regreso al instituto. Los pocos metros que debía correr se sentían tan distantes. Después de unos minutos de correr sin parar, las pequeñas gotas de sudor comenzaban a hacerse visibles en sus sienes. Pero al ver la sonrisa que se dibujaba en su rostro, todo lo demás dejaba de importar.
Corrió un poco más y por fin llegó al lugar donde sabía que él la estaba esperando. Paró unos segundos para poder recuperar la respiración, y cuando levanto la vista, él estaba ahí. Estaba frente a ella, viéndola con una sonrisa tan tímida y tan inocente pero a la vez tan cálida y tierna, igual a la que ella esbozaba en ese momento.
Lo miró, sin decir nada. Fue como sí el tiempo se hubiera congelado para ambos, sólo estaban ahí parados mirándose el uno al otro.
De pronto, su mirada bajó hacía la muñeca del chico y se dió cuenta, que portaban el mismo brazalete. Fue él quien lo había dejado ahí para ella y él tenía uno igual. Aunque aquella pieza no era lo único que compartían. Había algo aún mas importante, sus sentimientos hacia el otro.
Y sin pensarlo más, incluso sin planearlo, sus pies ya se habían despegado del suelo para ir corriendo en su dirección. Sin decir una palabra, se aferró a él. Sus brazos rodearon el cuello del chico, casi como si no quisiera que los separaran. Fue correspondida con los brazos del chico rodeando su cintura tiernamente, en un cálido abrazo que duraría hasta que alguno de los dos se cansara de los brazos del otro, algo imposible.
Kim Youngmi estaba enamorada. Y sus sentimientos fueron correspondidos desde el principio.
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Ahhhh no sé que decir, ¿Les gustó?
Cómo les dije, es sólo el principio del final. Todavía faltan partes por publicar pero espero que les este gustando tanto como a mí.
En un rato más estaré publicando un anuncio o algo para decirles lo que he preparado. Estoy tan emocionada. 🤗
