Te Amo, Monstruo 3: La Esposa Con Los Ojos Vendados y El Marido Enmascarado

515: 'Pfftt'

Sei, que había canalizado The Flash, llegó al jardín delantero en poco tiempo. Vio a su esposa parada allí con tres sirvientas ansiosas que le impedían trepar al árbol.

"Vamos, soy un ex soldado. No soy alguien tan frágil y débil. Escalar un árb

l es muy fácil para mí, ¿de acuerdo? Así que deja de preocuparte y déjame trepar". Las manos de Davi estaban en su cintura mientras sermoneaba a las criadas delante de ella.

"Pero señorita, no podemos dejar que suba. El Maestro se desmayaría si la viera subir allí. Por favor, deje que los guardias suban".

"¡No! Quiero ser yo quien obtenga esa hermosa fruta. No puedo dejar que nadie la toque primero". Dijo Davi mientras miraba hacia arriba, admirando esa pequeña fruta amarilla como si fuera una gema preciosa. "No te preocupes por mi esposo. Está ocupado en su estudio en este momento. Lo que no sabe no lo hará desmayarse. Así que todo lo que tienes que hacer es dejar esto un segundo -"

Antes de que Davi pudiera completar su oración, un brazo cálido pero poderoso se envolvió alrededor de su cintura. ¡Oh no! ¡Mi esposo está aquí!

"D-cariño ... ¿por qué estás aquí?" Davi se volvió y miró a la cara de su marido. "Tienes un asunto importante que atender, ¿verdad?" su voz se volvió tan dulce como la miel cuando se volvió hacia él.

"Davi, no te dejaré escalar. Eso es peligroso." Sei le dijo. Su voz suave y llena de preocupación.

"Caray Sei ... no te preocupes. El árbol no es alto y soy un experto en esto. De todos modos, estaba planeando usar un muchacho -"

Las palabras de Davi fueron interrumpidas por los labios de Sei que aterrizaron repentinamente sobre los de ella, impidiéndola efectivamente hablar. Las doncellas, al ver las acciones de su amo, se dispersaron inmediatamente y dejaron a los amantes solos.

"Te lo traeré", dijo Sei cuando sus labios se separaron. Con mucho gusto, la dama ya no insistió.

Davi sabía que Sei se preocupaba por completo. Cuando Davi le dijo que estaba embarazada hace solo unos días, Sei se llenó de alegría. Este no era el primer embarazo de Davi, por lo que estaba relativamente tranquila cuando escuchó la noticia. Simplemente estaba feliz, pero no era lo mismo para su esposo. Sei no estaba a su lado en ese entonces, así que esta noticia lo abrumó. No pudo evitar sentirse muy emocionado por esto.

Desde entonces, el hombre se había excedido al asegurarse de que Davi no tuviera una sola oportunidad de salir lastimado. Comenzó a preocuparse tanto que a veces aparecía de la nada en su casa para ver cómo estaba, incluso durante los momentos en que se suponía que debía estar en el trabajo lidiando con un proyecto importante. Incluso les pidió a las criadas y guardias que la observaran con atención.

Bueno, Davi admitió que últimamente estaba siendo ridícula. Sabía que los repentinos cambios de humor y la terquedad por la que estaba pasando eran solo una parte integral de su embarazo. Ella exige cosas tontas y no pudo evitar hacer cosas innecesarias que cree que no son peligrosas, pero que en realidad son muy inseguras para una mujer embarazada.

Sin embargo, cada vez que Sei viene a su rescate, su terquedad se disipa fácilmente con solo un poco de persuasión de él. Era como si el hombre ya dominara el arte de disolver su repentina dureza.

"Pero Sei, tienes trabajo." Las cejas de Davi se arrugaron.

"Está bien, Yu Chen puede esperar. Haré que se quede a pasar la noche, así que tendremos mucho tiempo para continuar con nuestra reunión más tarde". Sei explicó mientras acariciaba la cabeza de su esposa. "¿Cuál quieres que corte?" Sei preguntó entonces mientras miraba hacia arriba.

Davi levantó la mano y señaló una fruta amarilla particularmente redondeada y de aspecto jugoso.

Sei se aflojó la corbata y trepó al árbol con tanta facilidad. Davi estaba aplaudiendo como un niño cuando miró hacia arriba. Bueno, ¡esta fue la primera vez que vio a Sei trepar a un árbol!

"¿Mi esposa, esta?" preguntó.

"No cariño, el de la derecha."

"¿Éste?"

"No, el otro."

"¿Este redondo?"

"¡Sí, eso es, cariño!"

Mientras tanto, cierta persona que estaba observando desde detrás de la ventana del piso al techo tenía la boca parcialmente abierta con incredulidad mientras observaba al magnífico Monstruo que conocía de su juventud, ahora trepando a un maldito árbol solo para obtener una sola fruta para su mujer. Sus ojos se llenaron de confusión mientras se preguntaba por qué Sei necesitaba ser el que hiciera tal cosa cuando solo podía pedirles a sus hombres que treparan al árbol por él.

"Tío ... ¿estás solo?" una vocecita llegó a los oídos del hombre y miró hacia abajo.

El pequeño Shin lo estaba mirando. El niño vestía un pegadizo uniforme blanco y negro. Parecía que acababa de llegar de la escuela.

"Mis padres son los más dulces, ¿verdad? ¿Tienes novia?" El pequeño Shin continuó preguntando. Sin embargo, el hombre simplemente se volvió y apoyó su ancha espalda contra la ventana de vidrio.

"Realmente no." Esa fue su respuesta a la primera pregunta del chico. "Hmm ... supongo que sí", fue su respuesta para el segundo y, "No tengo novia", fue para el último. Su expresión era increíblemente tranquila y casi sin emociones.

"¿Por qué? ¿No te gustan las chicas?" preguntó el chico inocentemente cuando de repente, un fuerte 'pfftt' hizo eco dentro de la habitación, haciendo que los dos miraran al hombre junto a la puerta.

"Lo siento jefe. No me estoy riendo. Eso fue ... ejem ... un pedo." El hombre de la puerta dio un codazo a su compañero antes de esconderse detrás de la puerta abierta.

"¡Tío, tus guardaespaldas son increíbles! Pueden tirarse pedos bastante fuerte. ¿Podría ser esa la razón por la que no tienes novia? ¿Tus guardaespaldas podrían haberse tirado un pedo tan fuerte y asustar a todas las chicas guapas?" Dijo el pequeño Shin mientras una sonrisa traviesa se curvaba en su adorable rostro. El niño era bastante gracioso e incluso hablaba como un anciano. Como era de esperar con el hijo de dos genios.

"¡El olor también podría ser un gran disgusto!" añadió esa vocecita traviesa.

"¡No, no, no, pequeño Shin!" De repente, el hombre que se escondía detrás de la puerta salió cuando uno de ellos protestó de inmediato. "¡Definitivamente no es culpa nuestra por qué nuestro jefe nunca tuvo novia! ¡Definitivamente NO es culpa nuestra!"

Cuando esas palabras salieron de la boca del guardia, volvió a esconderse, usando las puertas como un escudo de la mirada mortal que su jefe les estaba lanzando.

El pequeño Shin volvió a mirar a su tío.

"Dijo que NUNCA tuviste novia". El chico le parpadeó. "Entonces, ¿al tío realmente no le gustan las chicas?" preguntó de nuevo y por segunda vez, seguido de otro fuerte 'Pfftt' que explotó detrás de la puerta.

"Gu Wei ... sal, o si no ..." antes de que el tío de Little Shin pudiera terminar su oración, el hombre llamado Gu Wei que estaba escondido detrás de la puerta salió disparado de la habitación como si el diablo mismo estuviera pisándole los talones.