🍂 ፧ ➥ Sunflower | Mikayuu: ZONE ੈ✩‧

🍃 〕Drabble 1

-Yū-chan, Yū-chan, ¿tú cómo crees que será tu primer beso?

El mencionado lo miró, confundido. Ambos eran los únicos despiertos en el lugar, pues ya era tarde y toda su familia se encontraba cansada.

-¿Por qué la pregunta, Mika? -cuestionó el pelinegro, dejando de lado el libro que estaba leyendo para centrar toda su atención en su mejor amigo.

-Nada en especial, solo curiosidad. -Hizo un gesto con la mano, restándole importancia al asunto.

Yūichirō quedó pensativo. ¿Su primer beso?, nunca se había parado a pensar en eso. Sabía que era el tipo de cosa que se recordaba toda la vida, que debía ser especial. Pero la verdad, es que a él no le parecía para tanto.

Aún así, intentó imaginar una situación ideal solo para satisfacer a su acompañante.

-Supongo que mi primer beso será con alguien que yo quiera. No me importa el escenario, como si estamos en la playa viendo la puesta de sol o en una panadería. Si es con alguien importante, será especial. -Fijó su mirada en el rubio- ¿Qué hay de ti?

-Yo también pienso que será con alguien especial. Sin importar donde sea, lo disfrutaré si es con esa persona. -Le sonrió ampliamente, y observó atentamente la única vela que iluminaba la habitación- ¿Tienes a alguien en mente para que sea tu primer beso?

-No especialmente, ¿tú?

-Pues, esperaba que fueras tú, Yū-chan -soltó Mikaela, volviendo a mirarle. Seguía sonriendo, pero no había notado ninguna pizca de burla en su voz.

El de iris esmeraldas quedó perplejo. ¿Él por qué?, si no había nada de especial en besarse con un amargado como él.

-Mika, ¿estás de broma?, porque no es gracioso.

-No estoy de broma, es enserio.

-¿Pero yo por qué? -preguntó ya notablemente confundido. Su expresión se le hizo adorable a Mika, que seguía sin inmutarse.

-Porque te quiero, Yū-chan. Y tú me quieres, ¿no es eso suficiente? - Su tono decayó un poco en su última frase y su sonrisa se hizo un poco más pequeña. Esto no era más que un truco para hacer que el pelinegro cediera más fácil, pues sabía que él odiaba verlo triste.

Y funcionó, pues notó como este se ponía nervioso ante su reacción.

-Pues...supongo que sí. -dijo volviendo a tomar su libro y dirigir su vista hacia él, tapándose la cara para así ocultar su sonrojo.

El rubio, complacido, se puso de pie, se inclinó hacia adelante, apoyó una de sus manos en la mesa, y con la otra, tomó el libro por la parte de arriba y lo bajó un poco, solo para poder apreciar a su querido amigo.

-Entonces, ¿puedo besarte, Yū-chan?

El otro miró fijamente aquellos ojos azules, tan brillantes, tan inocentes, tan hermosos. ¿Quién podría tener

Y no pudo negarse.

-De acuerdo, Mika. Puedes hacerlo.

Teniendo ya por fin su consentimiento, Mikaela posó su mano en la mejilla de Yūichirō, acariciándola, y fue acortando la distancia entre ellos poco a poco, mientras ambos cerraban sus ojos. Así, hasta que por fin sus labios se tocaron, creando así una sensación totalmente nueva para ellos, pero muy, muy, placentera.

Puede que no estuvieran en el mejor lugar ni momento, pues aún se encontraban en Sanguinem, con vampiros rondando por ahí. Pero no les importó, pues ellos se querían, y nadie era más merecedor de llevarse el primer beso de ambos que el otro.