Capítulo 11

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Pasaron dos semanas casi en un abrir y cerrar de ojos para Izuku, pero estaba bastante angustiado. Se miró las manos y se sintió decepcionado por lo lento que había sido su crecimiento. En verdad, entendió, había estado en un período de crecimiento crítico cuando desarrolló su Quirk con Miruko. Después de todo, acababa de empezar a comprender cómo funcionaba One For All, a pesar de que habían pasado dos semanas enteras.

En el doble de tiempo que había tenido con Miruko, Izuku casi no había progresado. Mantuvo sus habilidades y trabajó en ideas y movimientos innovadores, pero parecía estancarse. Ya sea porque no tenía a nadie como Miruko para impulsar sus habilidades como ella lo hizo o por algo más, se sintió molesto por su crecimiento. El tiempo era su amigo, solo tenía dieciséis años después de todo, pero también era su enemigo.

All Might lo había llevado a un lado durante la preparación para la final y le dijo que su límite de tiempo se había reducido a unos 45 minutos. La realidad de lo que significaba sostener su Quirk se hizo más evidente cada día. The Hero All Might se acercaba al final de su carrera, aunque más profundo significaba que estaba más cerca de tener su propia confrontación con All For One .

Izuku estaba comenzando a comprender cuán profundo era realmente ese agujero de conejo. Un hombre que había vivido lo imposible durante más de un siglo. El gran mal que se escondía en las sombras y los portadores de la antorcha destinados a combatirlo. Era un peso que aplastaba la espalda de Izuku, pero aún se mantenía erguido. Aun así, la realidad de lo que significaba se hacía más evidente.

Sus conversaciones por teléfono con Rumi fueron lo que más le ayudó a mantenerse concentrado. Ahora compartían casi todo, y le sorprendió la facilidad con que le contaba las cosas y confiaba en ella. No requirió ningún esfuerzo y se sintió tan natural compartir todo, el hecho de que ella a su vez hiciera lo mismo le trajo calidez. Y para su vergüenza, sus sentimientos por ella solo se habían vuelto más fuertes.

Izuku no pensó que se irían solo porque se había colocado cierta distancia entre los dos. Sin embargo, había esperado que disminuirían y no lo molestarían, sino que habían crecido, y ella ocupó todos sus pensamientos vacíos. Sin embargo, mientras miraba a la gran asamblea de héroes y maestros, dejó de lado sus pensamientos sobre ella.

Habían adquirido conocimiento de antemano sobre los exámenes de la clase 1-B y el siempre alegre Itsuka, pero eso solo hizo que Izuku cuestionara la presencia de todos los maestros.

Durante las dos semanas que habían pasado como clase durante las sesiones de estudio, Izuku también sugirió que practicaran sus Quirks y el trabajo en equipo juntos. Como era una propiedad privada y Momo tenía espacio más que suficiente, también tuvieron sesiones grupales de Quirk.

Izuku finalmente tuvo la oportunidad de ser realmente nerd con el resto de su clase sobre sus habilidades. Con su mayor confianza, Izuku había saltado directamente a varias debilidades, fortalezas y aplicaciones para todos sus compañeros de clase. Las sesiones ayudaron a unir mejor a la clase, pero también aumentaron sus habilidades y dinámica.

Detrás de eso, también le había permitido a Izuku captar realmente a sus compañeros de clase. Todo el tiempo que pasaron juntos fuera de clase, que sean ellos mismos; como tal, todos se volvieron más cercanos como amigos. Antes, ya habían creado sus propios pequeños grupos de personas que se unían. Aquellos todavía estaban presentes ya que algunas personas se llevaban mejor con otras, pero juntos habían hecho avanzar sus relaciones como amigos y como grupo.

Sin embargo, Izuku había notado algunas cosas, como cómo Momo había recuperado lentamente su confianza en pequeñas dosis. Cuando él le preguntó discretamente al respecto cuando se separaron de los demás durante una sesión, ella se había derrumbado un poco. Ella divagaba como él sobre su debilidad y dudas mientras se comparaba con Shoto. Lo había asimilado todo, y luego muy brutalmente, lo que había aprendido de Rumi, le dijo que no importaba.

Persiguiendo al conejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora