Hugo
Hugo-Eva, ¿quieres casarte conmigo?
Eva-¿¡Qué dices!? Déjate de bromas anda.
Eso me dolió.
No era ninguna broma, quería que lo tomara enserio.
Hugo-Eva, de broma nada, te lo estoy pidiendo de verdad.
Eva-¿Pero cómo vas a pedirme matrimonio a mí?
Yo flipo.
Hugo-Porque te quiero? No sé Eva, creía que era obvio.
Eva-Lo siento, Hugo, pero no sé porque yo.
Hugo-Porque estoy enamorado de ti, porque cada vez que te miro, veo a la niña que vi en esa puerta, de la que me enamoré y me porté como un gilipollas con ella, hasta que te fuiste, y supe que eras lo más importante, me di cuenta de que la cagué, y volviste, lo tomé como una segunda oportunidad, pero bueno, entiendo que para ti siga siendo ese niñato.
Eva-¿Qué? No, no. No eres un niñato, ya no.
Hugo-Si que lo soy, ni siquiera me tomas enserio.
Eva-Joder, sabes que...
Sabía que iba a decir, pero me adelanté
Hugo-No me merezco ninguna mejor.
Eva-Hugo....
Hugo-¿Y sabes por qué no merezco a ninguna mejor?
Eva-¿Por qué?-empezaron a salir lágrimas de sus ojos.
Hugo-Porque no hay nadie mejor que tú.
Iba a hablar pero me adelanté de nuevo.
Hugo-No digas nada. Sólo quiero que no te sientad presionada. Si no quieres casarte, o no estás preparada, o no quieres contestar, lo entiendo. Pero quiero que sepas que voy a esperae con esta pregunta hasta que estés lista, y que si no quieres casarte, no pasa nada, seremos feliz igualmente. Sólo eso, prométemelo.
Eva-Te lo prometo.
La abracé todo lo que me permitía mi cuerpo herido y machacado del accidente.
Eva pensaba que algunas heridas no me dolían, pero si que lo hacían.
Aunque nada me dolía más que esto que acababa de pasar.
Entiendo que esté confusa, que no haya sido como ella quería, pero después de lo de la enfermera, tenía que hacerlo, para que antes de que me vaya, nos hayamos caso o al menos, estar prometidos.
Eva-Hugo..., estoy preparada, sólo es...
Hugo-Inseguridad, lo sé.
Eva-Ya, pero de verdad, no quiero que dudes que no te quiero, o que no quiero casarme contigo, porque es todo lo contrario. Llevo años soñando con ambos en el altar, casándonos.
Hugo-Entonces.., ¿vas a querer casarte?
Eva-Sí, claro que sí.
Hugo-Pero..., ¿conmigo?
Eva-Hugoo-dijo riéndose-no seas tonto, claro que sí.-ambos nos reímos.
Me acerqué y la besé, tal y como fue nuestro primer beso.
Era feliz junto a ella, y si estas eran mis últimas horas de vida, lo pasaría con ella y nuestra hija.
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Intentaré hoy otro, pero no sé si podré, o si mañana subiré, o si la siguiente vez que suba sea la semana que viene o a saber, pero gracias.
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{Lucía}
