¡Vengadores!... ayuda

CAPITULO 4

Black Widow

La misión en Groenlandia había sido un éxito y ahora volaban tranquilamente de vuelta a la torre en Nueva York; tal parece que a algunos villanos les gusta tratar de hacer sus fechorías en otros países cuando fracasan en los mismos lugares. Creen que yéndose lejos no les darían su merecida paliza.

Eran más tontos de lo que se imaginaba.

― podría empezar con el informe si así lo quiere Agente Romanoff-comento luego de cambiarse de ropa en el Quinjet

―eres muy formal, siento que estoy viajando con Steve por primera vez-lo miro por encima del hombro-solo dime Natasha y no será necesario

― de acuerdo-se sentó en uno de los asientos de la nave-pero aun no me acostumbro a tratarlos de "tú"

― te juntas con Stark, como es posible que aún no. ¿Ya sabes manejar un auto?

― si, hace 2 años que tengo mi licencia

― bien entonces, ven aquí te mostrare como volar el Quinjet

Ella no lo espero y se levantó del asiento de piloto, Peter corrió para tomar los controles y se sentó siguiendo las indicaciones de la Viuda Negra para pilotear el Quinjet. No igual que manejar un auto pero sabía que si lo estrellaba costaría muy caro.

― no se ve tan fácil ¿eh?

―para nada, usted lo hace ver fácil-sonrió apretando los controles de vuelo

― gracias

― ¿puedo preguntarle algo?

―me gusta la comida tailandesa, así que a las 8 esta bien

―¿Qué?

― disculpa... es la costumbre-se recargo cerca del tablero mirándolo- ¿qué pasa?

― ¿Cómo le gustaría que un hombre le declare su amor?

― Te estas juntando mucho con Tony-se tallo un ojo-¿Por qué la pregunta?

―hay una chica que me gusta y...

―porque no pensé en eso-echo la cabeza hacia atrás pensando- como me gustaría que me declarara su amor... Mhmm... buena pregunta. Nunca había pensado algo así

La verdad si se había imaginado todos los escenarios posibles donde él le declaraba su amor, donde la invitaba a cenar, otros donde él tomaba la iniciativa de besarla. Y todos eran perfectos.

― o que le gustaría que le dijera-dijo luego de verla pensar mucho

― me gustaría que me llevara a cenar, algo sencillo pero elegante. Que me dijera que es lo que ve en mi para gustarle; no quiero las típicas tonterías de tu boca, tu cabello, tu sonrisa... eso es tan cliché y aburrido. Cualquier mujer se enamora con algo así porque es lo que está acostumbrada a oír en todos lados-dijo mirándolo y el asintió entendiendo-quisiera que me diga porque le gusto, ¿me explico? ... Que me dijera algo único y especial, algo que una mujer en el mundo nunca de los nunca haya oído en una película o leído en un libro; quiero que me diga algo que me haga arrojarme a sus brazos y no darme la vuelta y alejarme

En ese momento supo que no a todas las mujeres; como le han hecho creer y ver, les gusta el típico romance y algunas quieren que las traten como si fueran las únicas personas en el planeta.

No solo que las hagan sentir especiales; si no hacerles saber que son especiales a su manera. Y que por esa razón es por la que las aman.

―vaya, supongo que eso si será un desafío-comento el castaño sonriendo de lado

― más que un desafío es como una misión; oh y nada de ir de chismoso con Clint para saber qué es lo que me gusta. Ya le dije que no hablara de mí sobre estos temas... mira el localizador o terminaremos en otro estado-le señalo la pantalla

―si, perdón... pero si se da una idea de que es lo que quisiera oír

― algo sincero

Peter alzo la vista y ella tenía una mirada fija en el horizonte. No sabía descifrar si era de tristeza, enojo o decepción... después de todo la famosa Black Widow usa muchas máscaras para ocultarse, pero lo que si podía descifrar era que dentro de todo eso estaba la mirada de una mujer enamorada.

Una mujer enamorada que ya se estaba cansado de esperar.

―Y valdría un poco que le dijeran que ...le dijeran que cuando el sol golpea con sus rayos en su cabello este es más hermoso que el amanecer y atardecer-al menos debía intentarlo

―eso si no lo había escuchado- ¿acaso eso era un sonrojo?- bien chico muévete aun te falta mucho para poder meterlo al hangar

Peter se levantó para cederle el asiento de piloto y ella aviso a la Torre que regresaban la base.

Al pedir ayuda de una mujer había aprendido tres cosas importantes.

Uno, que debía ser completamente original ante su declaración de amor.

Dos, que tenía que pensar bien sus palabras y hablar con el corazón para que el de ella estuviera dispuesto a escucharlo.

Y tres; y probablemente la más importante. Tenía que decirle al Capitán sobre esto.