Don't Leave Me [STEREK]

19/30

[Martes]

—¿Por qué fuiste tras él? —Theo se limitó a mirar hacia afuera, el sol comenzaba a salir y se veía perfectamente desde donde se encontraban.

—Debía hacerlo, extrañaba a mi mejor amigo, además, necesitaba hablar con él —se encogió de hombros— No es como si no fuera suficiente hablar contigo, pero ya sabes, Derek me conoce mejor que cualquiera.

—Ya veo —se estiró— ¿Qué crees que va a suceder ahora? Digo, no estaba en tus planes buscarlo, por lo menos no ahora.

—Bueno, no lo sé —suspiró— Derek es alguien muy impredecible, puedo dar testimonio de ello, cada vez que se ha encontrado cerca mío, no puedo saber qué es lo próximo que va a suceder, sabes —sonrió para sí mismo— Creo que voy a contarle.

—¿Qué lo amas? ¿Te parece una buena idea? —lo miró desde su lugar— Yo apoyo toda decisión que quieras tomar, Li, lo sabes, solo quiero que pienses bien en las cosas antes de hacerlas.

—Voy a pensarlo, pero creo que ya no puedo cargar con este peso -miró hacia donde se veía el sol saliendo— ¿Qué más puedo hacer a esta altura? Debo sacarme aunque sea un peso de encima.

—¿Le contaste? —preguntó mientras se acomodaba sobre sus codos.

—No, claro que no, no pude —ahora le devolvió la mirada ya que sintió los ojos de Theo clavados sobre él.

—¿No crees que debería saberlo? —interrogó.

Theo siempre, de alguna forma, le hacía saber cuándo algo que estaba haciendo no estaba del todo bien. Tenía esa forma de jugar con su subconsciente y hacerlo incluso sentir mal por no hacer las cosas como debía.

—Bueno, no le dije la verdad absoluta de los hechos —hizo una pausa— Pero si le dije que mi padre se encuentra en la ciudad.

—Bueno, ten cuidado, sabes que podría ser peor que se entere por terceros antes de que tú se lo digas —se encogió de hombros.

—Lo sé, ayer apenas volvimos a hablar, no quise arrojar una bomba sobre él, también tiene sus problemas, es Derek —suspiró— Pero voy a decirle en cuanto encuentre el momento indicado, ¿de acuerdo? No te preocupes.

—Bien.

(...)

Se sentó en una de las mesas mientras miraba a su alrededor, Stiles le había escrito un mensaje, estaría ahí en unos minutos, se había retrasado un poco pero se encontraba en camino. Derek se veía demasiado feliz, más de uno de los presentes en aquel Starbucks se habían dado cuenta de la imborrable sonrisa que adornaba su hermoso rostro.

—Hola —el castaño apareció detrás de él y lo miró una sonrisa, se encontraba algo agitado, seguro había tratado de acelerar el paso hacia allí corriendo o caminando rápido, quién sabe— Lamento la tardanza.

—No hay problema, Stiles, lo importante es que estás aquí —le sonrió— Ahora, ¿Qué quieres hacer?

—Bueno, sabes, hoy mi tía se fue de la ciudad y me pidió que cuidara de su casa —jugó con sus manos— Es como una gran mansión, sabes, tiene una piscina, una gran sala, un televisor enorme y así, creí que podrías ir y hacerme compañía.

—¿En serio? ¿Ella no va a tener problema con eso? —preguntó parándose de su lugar y mirando al chico más pequeño parado frente a él.

—No tiene por qué enterarse —una sonrisa juguetona se asomó por sus labios y Derek se mordió el labio inferior.

—Adoró ese lado tuyo que hace las cosas sin pensarlas demasiado —salió junto a él de ahí con una gran sonrisa en su rostro.

—Qué bueno que te guste, solo tú lo conoces —comentó mientras miraba hacia el frente.