¡Déjame Lamer Tus Bíceps!

Oh, guapo y sexy, Emilio. ¿Qué puedo escribir que no te hayan escrito ya?

Eres guapo, eso se te nota a kilómetros, y no hay que ser ciego para no darse fue ya de que eres todo un bombón deportivo. Con esos fantásticos cabellos sedosos que a cualquier chica o chico le encantaría jalar entre sus dedos.

A algunos les gusta tu cabello, tu paquete que se nota más con el pantalón ceñido que siempre usas en las últimas prácticas. Perdón yo, cariño... yo amo e idrolato tus bíceps.

Cada instante que veo la fuerza que contienen me da una fantasía donde estoy yo lamiendolos, llenos de helado, chocolate, con gomitas en camino.

¿Será posible que me regales tus Bíceps?, Por que me vuelven loca cuando se reflexionan a la hora de batear. Joder, son maravillosos.

Emilio Marcos, ¡Déjame Lamer Tu Bíceps!

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La historia no es mía es sólo una adaptación.

Toda la historia es desde la perspectiva de Joaco.