Pasos de bebé

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Pasó por midoriya en su automóvil y dejándolo en el parqueo del edificio, subió al auto de Midoriya para continuar con la ruta de siempre.

La rutina desde hace un mes era muy consisa:
1. De las siete a las ocho tomaban el desayuno.
2. A las ocho y media midoriya debía estar en U.A donde estudiaba.
3. Pasaría por el chico al medio día para ir ambos a la agencia de Sigth Blue y salir luego a hacer "patruyas" osea investigar sobre el caso que llevaban.

Era simple muy simple demasiado simple.
Pero lo que no fue simple fue lo ocurrido la semana pasada, el día viernes en la "cita" que tenía con con Midoriya:

Llegó al edificio donde vivía el peliverde y bajo de su auto.

Pasando por la recepción sintió algunos nervios por estar a solas con el chico de linda sonrisa que de un tiempo para aca lo traía algo ... ¿contrariado? Por algunos momentos.

Caminando por el pasillo, ubicó el departamento de Midoriya el numero setenta y dos, tocó la puerta color Blanca y esperó ansioso.
No sabía que le esperaba en el departamento de Midoriya el día de hoy y la duda lo tenía nervioso.

El nisiquiera era de estar a solas con un chico, que además le aprecia lindo.

~Me iré~soltó entrando en pánico dirigiendo sus pasos lejos de la puerta pero fue demasiado tarde ya que esta se abrió y:

-Hola?- vio un joven de camisa negra y pantalones jeans algo ajustados con unos tennis rojos asomarse por el marco de la puerta buscando a la persona que había llamado a ella hace unos instantes.

Y Midoriya sacando su cabeza por la puerta buscando con la mirada, lo vio: Ojos heterocromaticos, expresión neutra, una pequeña curva en sus labios y su lindo cabello bicolor, también parecía algo confundido o eso percibía y dejando toda duda o vergüenza se dirigió hacia él de inmediato.

-Disculpa pensé que no estarías- solto Todoroki mostrándose desinteresado.

-Tranquilo Todoroki - dijo mientras seguía admirando al héroe frente a él, inspeccionando mas detalladamente su ropa: pantalones negros y zapatillas negras también, muy presentable, con una camisa manga corta, azul.

"Ese azul le hace lucir más guapo"

Pensó Midoriya regañandose rapidamente, dandose cuenta que aún estaban en la puerta ydisculpándose invitó a Shoto a pasar.

Entró dudoso a paso relajado mientras intentaba bajar la guardia, el mismo sabía que ahí no corría peligro y aun así se sentía tenso.
Pero la verdad es que ante el peliverde de lindos ojos, se sentía en peligro de ser exhibido por esa mirada escrutadora e inocente que por momentos se posaba en él, se decidió a repasar el departamento de Midoriya, para distraerse de sus pensamientos, vio un amplio balcón con varias plantas al que se llegaba pasando unas puertas corredizas de vidrio templado, fue lo que vio al entrar al lugar, un mueble de cocina de granito negro lo proximo que observó y unas lindas sillas en el desayunador de color negro también.
La sala tenía tres sillones de cuero marrón y una mesita de centro cuyo acabado se apreciaba, era cuidadosamente hecho a mano, el comedor de vidrio con sillas estilo moderno de color blanco y varios cuadros de vistosos colores que adornaban las paredes blancas del lugar.

Se sentó en uno de los sillones ya más relajado y escuchó a Midoriya desde la cocina, que podía observar desde su lugar, indicándole que pasara al comedor que en un momento iría con la cena.

Puro Hiro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora