El Olimpo No Me Obliga A Perder

El día en que mi vida cambio

Cómo si hubiera sido un milagro el invierno había llegado pronto, mis padres estaban muy felices ya que el invierno era símbolo de prosperidad en mi querido pueblo.
Todos ya estábamos empacando para poder partir al bosque a buscar un bello árbol para la navidad que venia, mi padre hablo con el vecino así nos acompañaria y de paso traía un árbol para su familia también.

Mi vida me gustaba.. me gustaba mucho.
Tenia los 2 mejores padres del mundo, una madre atenta y dulce aunque algo estricta ,y un padre trabajador y comprensivo, pero su mayor atributo era lo enamorado que estaba de mi madre, nunca perdieron esa chispa de amor a pesar de que los años hayan pasado. Mis hermanos por otra parte eras los compañeros de guerra mejor preparados para cuidarte la espalda en una batalla, en otras palabras a pesar de las peleas constantes, siempre nos cubrimos cuando alguno se mandaba una macana. Yo era la hija del medio, mi hermano menor se llamaba David y mi hermano mayor Luciano.
David siempre estaba conmigo acompañándome a todos lados, pero Luciano no tanto, a el le gustaba salir mas de fiestas, jugar al rugby y pasar tiempo con sus amigos. A pesar de que teniamos tan solo 1 año de diferencia con lu, su vida social y la mía eran muy distintas. Yo prefería pasar las noches comiendo pochoclos con David mirando alguna película que andar en fiestas.

Subimos a la camioneta  de papá listos para emprender viaje, Luciano prefirió quedarse en casa ya que en el auto entrábamos 5 nomas y sumando al vecino a nuestra aventura a Luciano no le quedaria otra opcion que ir en la caja de atrás. Cosa que no le gusto mucho al parecer.
Emprendimos viaje escuchando los viejos CDs de tango que tenia papá, la ruta estaba muy escarchada por lo cual mi padre iba despacio y muy atento al camino.
Cuando ya estábamos a unos km  de llegar al bosque, escuché un estruendo fuerte proveniente del cielo, mi corazón latía rápido y por primera vez en mi vida sentí miedo de verdad, mi papá dijo que estemos tranquilo que seguro sólo había sido un trueno, cosa muy extraña según mi parecer en invierno  de nuestro pueblo.
Paso un rato y volví a escuchar el mismo ruido pero esta vez más fuerte, agarre a David de la mano ya que es estaba más asustado que yo. Papá freno la camioneta a la orilla de la carretera para corroborar que estuviera todo bien, algo dentro mío decía que no era buena idea.
Baje del auto tras él.
Mi padre estaba desconcertado mirando a través de los árboles como si hubiera visto algo.
Papá?- le pregunta al ver la raccion de su cara.
Tranquila cariño, sube al auto yo ya voy para haya- me dijo mirandome con unos ojos tristes, unos ojos que jamas habia visto en su rostro. Obedecí. Subí otra vez a la camioneta y fue en ese preciso maldito momento cuando una bestia vestida de lobo salió de entre los árboles directo a atacar a mi padre.
Mi madre pego un grito y salio corriendo del auto. No sin antes bajar los seguros... y decirnos Los amo.