04/09/2001

279 28 148
                                    

Faltan 7 días para el caos
.
.
*****************************
.
.

Corría el año 2001. Un recién ingresado estudiante de economía en la Universidad de Columbia llamado Naruto Uzumaki iba camino a su trabajo como becario en el WTC 1, más conocida como una de las Torres Gemelas. Era su segundo mes en este trabajo que le permitía sacarse algo de dinero para poder vivir cómodamente en la ciudad neoyorquina.

Aquel martes no parecía ser su día. Todo por culpa de haberse despertado con la pierna izquierda según él. Perdió el autobús y tuvo que recurrir al metro, transporte que para nada le gusta. Más tarde se cayó a la salida, aunque bueno, esto es algo común de nuestro amigo debido a su torpeza.

- Lo siento señorita, de veras. - dijo el rubio mientras ayudaba a la muchacha a levantarse.

- N-no ha sido n-nada. No s-se preocupe. - respondió tímidamente.

Aquella mujer le parecía curiosa. Primeramente, su largo y azulado pelo, segundo, sus ojos de un color ¿perla? No era un color común de ojos. Algo extraño pasaba con esa mujer.

De camino al trabajo, pisó algo raro. Por su suerte no eran heces de un perro. Era un carnet de estudiante de la Universidad de Cornell. La foto de dicho documento le indicó que era de la chica con la que se había chocado hace un momento. Iba a dárselo cuando se chocó de nuevo con otra persona.

- Arhg, lo siento mucho de verdad. Hoy llevo un día que estoy fatal. Perdona mi descuido.

- Más te vale estúpido torpe. - respondió cortante aquella persona.

- Oiga, un poco más de respeto por favor. No hace falta insultar. - dijo el rubio aún en el suelo aclarando sus ojos

- Entre amigos no hay tapujos. Siempre se menciona los defectos del otro ¿Eh Naruto?

Resulta que aquel muchacho con el que se chocó con su mejor amigo y compañero de piso Sasuke Uchiha.

- Hey, Sasuke. ¿Qué tal? Lo siento mucho pero ahora mismo tengo que irme, a una chica se le cayó el carnet y se lo tengo que dar.

- ¿Hablas de este de aquí? - dijo mostrando el permiso de dicha chica.

- ¿Eh? - gritó el rubio al ver que no lo tenía. - ¿Cómo? y sobretodo, ¿Cuándo lo cogiste?

- Verdammt, Dummkopf. - dijo Sasuke insultando al rubio. - Con tu torpeza ni te diste cuenta de que se te cayó.

- Perdona mi torpeza señor Franz Beckenbauer. ¿Quiere que de paso le traiga una cerveza de Baviera y un Frankfurt mientras vemos un partido del Dortmund? - respondió sarcásticamente el rubio.

- Imbécil, ¿algún día pararás de hacer eso?

- Cuando no me hables en alemán. Acordamos que o me hablas en español o en inglés. Bueno, dame el permiso de conducir de la muchacha que se lo tengo que llevar antes de que se vaya al metro y no la encuentre.

- Déjamelo a mí. Yo me encargo. - respondió cortante el Uchiha. - Después de todo va a mi misma universidad.

- Es cierto, se me había olvidado que ibas a la Cornell. - dijo el rubio llevándose la mano a la nuca. - Bueno, nos vemos al mediodía en casa.

- Si es que no te rompes algo por el camino, torpe.

En ese momento, Naruto sintió el verdadero terror. Se acordó que no había lavado los platos, cosa que le correspondía hacerlo tal y como acordaron repartirse las tareas.

Accidente amargamente afortunadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora