La Suma De Los Secretos - Larry Stylinson

Capítulo 2 - Life of the party

PD: No se asusten con el principio. No pienso hacerlas vomitar con Eleounor, o como sea que se escriba (sorry not sorry). Y todo lo escrito esta sin editar, es una vergüenza, lo sé, ojalá no lloren  sangre :( ¡¡¿¡¿¿¡¡¡¡Tenía que actualizar!1!!!!!!11!!  

*

''We don't have to be ordinary...'' 

La música se colaba por sus oídos como agua de río. 

''Make our best mistakes.

We don't have the time to be sorry...''

Apoya su cabeza contra la ventana del autobús, tratando de hallar una posición cómoda en el pequeño y agobiante espacio. En su mente se quejaba, sin darse cuenta de lo afortunado que era de haberse conseguido un puesto sin pareja presente. Los rizos de su cabello pegandose en su frente por el calor que empezaba a hacer, respirando pausado.

''So, baby, be the life of the party.

Im telling you to take shot,

It might be scary.

Our hearts are gonna break,

'Cause we dont have the time to be sorry,

So, baby be the life of the party.''

*

-¿Señor? -Escuché del otro lado del picaporte. Levanté la mirada de mi escritorio repleto de papeles.

-¿Si, Jenna? -Junté las manos sobre el mueble y suavice mis rasgos una vez que se asomó por la puerta entreabierta.

-La Señora Calder lo llama para que se siente a comer, señor.

-Muchas gracias. -Sonreí al mismo tiempo que me levantaba del asiento y la mucama cerraba la puerta. 

Di unos pasos y he hice crujir las vertebras de mi cuello. Necesitaba un descanso, pero las fechas y los eventos de ''Chat Noir'' estaban demasiado ajustados como para, si quiera, 2 horas de spa.

-Eleanor, mi amor. -Me senté al otro extremo de la mesa. Me miro con ojos llenos de odio, suspiré.- ¿Qué hice ahora, Ele? 

-Hoy teníamos que ir al medico, Louis. -Una lagrima recorrió rápido, casi como estrella fugaz, su mejilla. Sentí una punzada en el estómago y me levante por instinto. 

-Lo siento, Eleanor. -Dije, sin moverme. Me quedé parado eternamente, hasta que ella se partió en llanto en medio de la comida. Sabía que si me le acercaba terminaría mal. Como siempre.

-¡No lo sientes! Dices sentirlo, pero la única que lo siente aquí soy yo, Louis... ¡No sirvo para nada!  -Se levanto tan sorpresivamente que llegué a saltar- ¡Estoy imposibilitada física y psicológicamente! ¡Soy una mierda, Louis! ¡Soy medio mujer! -Decía gritando desesperada, mientras el nudo en la garganta crecía cada vez más en mi traquea.

La mujer que estaba frente a mi, mi mujer por tres años, estaba rota, muriendo de pena, cada vez cayendo en una depresión más patética y horrible, de la que parecía nunca saldría. Y yo ya no la amaba. 

*

-Joven, despierte. -Escuché la fina y dulce voz de una chica llamarme de lejos.- Muchacho, llegamos a Londres. Despierte. 

Abrí los ojos para encontrarme con el peor clima de todos. Las gotas de lluvia caían torrencialmente sobre la ventana y el cielo estaba nublado. Nada parecido a lo que, se suponía, había salido en las noticias. Miré hacía la chica que; que, por favor, me parta un rayo: tenía un escote demasiado profundo y estaba en una posición demasiado peligrosa. La dejé de mirar para retirarme lo más pronto posible. Las 19:12 pm. marcaba el reloj que estaba al fondo del autobús.