Somos el Ave Fénix - Luzplay

1. Maid

Limites.

Oh, él nunca fue bueno con las reglas y los límites, incluso Luzu en todo ese tiempo conociéndose, notó aquella característica en Auron, un poco traviesa, un poco caótica. Y esta no sería la excepción.

Es por eso que no se sorprendió a nadie que Auron haya interrumpido las batallas luego de perder, que haya cargado a Luzu vestido de Maid en sus brazos, anunciando ante todos los participantes que denegaba aquella competencia, y salió corriendo del lugar bajo las confundidas miradas de los finalistas.

Y Luzu dentro de su asombro, solo podía sentir como todo el calor de su cuerpo florecía en sus mejillas sonrojadas aferrándose con fuerza a los hombros de Auron para no caer en la carrera. Mientras el resto de participantes corrían detrás de ellos gritando varios improperios.

Pero con cada insulto Auron solo reía y hacia más fuerte el agarre en Luzu, como si su mayor temor fuese que alguien le arrebatase a Luzu de los brazos.

Aunque Luzu no quiere creer del todo que sea esa la verdad, perfectamente puede ser la competitividad de Auron haciendo acto de presencia, lo que le convertía a él en un mero premio que el ego del juez no pudo conseguir.

Frunció el ceño con esa idea, enterró sus uñas en los hombros de Auron y trató de zafarse. Podía agradecer que lo sacara de aquella vergonzosa competencia, que haya ido por él y que incluso pusiera tanto esfuerzo de su parte para ganar en las competencias.

Pero no quiere ser un premio para nadie y no quiere alimentar el ego de Auron.

No más.

Por qué duele.

—Te vas a caer a este paso, Luzu —le regaña, y debe quedarse quieto pues hace un movimiento extraño doblando en una esquina entre las casas del pueblo.

Por fin sus pies tocan el suelo y cuando está a punto de reclamarle siente como jala de su brazo y ambos se agachan en el suelo, pronto su cabeza está pegada al pecho de Auron, el cual sube y baja por el cansancio, su respiración esta entre cortada y trata de mantener silencio.

Escuchan pasos, Luzu se cubre la boca y su mente pronto deja de pensar, su atención se va al latido frenético del corazón de Auron, seguramente por la carrera de antes.

Dioses ¿Por qué se estaba tomando tantas molestias? Sólo era una tonta competencia para burlarse un poco de él.

—Que pesados —le escuchó quejarse, los pasos y gritos se alejaron. Por fin Luzu pudo volver a sus dudas de antes.

¿Por qué se estaba tomando tantas molestias?

Le empuja, Luzu por fin toma el valor de hablar, trata de alejarse pero Auron es más rápido y le toma de la muñeca, con una voz confundida pronuncia su nombre y Luzu no puede soportar el enojo al ver su cara clavada en dudas por su comportamiento.

—¿Luzu?

—Dime algo —su tono sale mucho más duro de lo que espero —¿Estás aquí porque te importo o por tu puto ego?

Puede apreciar como el rostro confundido de Auron se va transformando en cosa de segundos, enojo, sorpresa y finalmente, la tristeza.

Hay algo de lo que Luzu se está perdiendo, algo que nadie le ha contado.

—¡Por supuesto que me importas!

Y Auron finalmente grita, pero no le grita directamente a Luzu, parece que le grita solo a las dudas en su cabeza.

Luzu se ve obligado a retroceder, física y mentalmente.

—Entonces por qué tu...

Pero no le deja continuar, nuevamente le tira de la muñeca que Auron se ha negado a soltar en todo este rato, le tira con fuerza y vuelve a caer contra el pecho de Auron, escucha sus latidos que golpean constantes.