La vista por mi ventana no es tan espectacular como me gustaría casa una montaña a lo lejos pero aún así tiene su encanto el poder ver el cielo azul claro con nubes blancas y un sol que no quema sino que calienta.
Algo tan simple puede hacerte sonreír, sentirte libre solo tienes que serrar los ojos, respirar profundo y hacer que tu imaginación vuele. Con tan poco se puede ser tan feliz con un pequeño rayo de sol y un profundo suspiro.Con esta carentena he aprendido mucho, me he conocido más de lo que creí que ya lo hacía y me he dado cuenta que aún no he sacado mi máximo potencial.
Con este encierro de más de 4 meses me he dado cuenta que realmente extraño el campo la paz que se cuente y que realmente me gustaría poder experimentar estar sola en la parte más sola del campo cultivando una paz y tranquilidad por un tiempo no cabe mal.