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- ¡Deja una sola emisora, Joe!-

El viaje en auto se alargo más de lo que esperaban, sus nalgas estaban echas para beber en un restaurante por lo aguadas y entumecidas que estaban, y ni de hablar sobre sus piernas que ya lloraban por pisar tierra y poder sostener algo que no fuera el paquete de galletas o bebidas de mierda.

- Pogo creé que Joe no molesta a nadie...

- ¿Ves? ¡Hasta Pogo esta de mi lado, bebé!- Joe siguio cambiando de emisora cada medio minuto, haciendo al rubio ejercer mas fuerza sobre el volante y tragarse las ganas de hacer chocar el auto contra una de las montañas de la carretera.

- Juró que los mataré-

- Yo querer ver algún día eso, hombre de pocos recursos económicos.

- Hombre, si hablamos de hombres de bajos recursos y un niño de preescolar habla mejor que tú, jodido es.

- Tu no lo entenderías, es su estilo- Defendió Joe.

Dejó de responder para enfocarse en la canción que por fin Joe dejó sonar en la radio.

"ⁱ ᵗʰᵒᵘᵍʰᵗ ᵗʰᵃᵗ ⁱ ʰᵉᵃʳᵈ ʸᵒᵘ ˡᵃᵘᵍʰⁱⁿᵍ
ⁱ ᵗʰᵒᵘᵍʰᵗ ᵗʰᵃᵗ ⁱ ʰᵉᵃʳᵈ ʸᵒᵘ ˢⁱⁿᵍ
ⁱ ᵗʰⁱⁿᵏ ⁱ ᵗʰᵒᵘᵍʰᵗ ⁱ ˢᵃʷ ʸᵒᵘ ᵗʳʸ"

- James ¿A donde iremos ahora?- La inocente pregunta de Joe voló por los aires, no sabía a dónde coño manejaba y la gasolina no era gratis.

- No tengo idea, solo quiero alejarme de aquí. No quiero encontrarme a nadie de la policia en otro pueblo cercano.

- ¿Qué tal si vamos a la ciudad que esta por aqui? Pogo tiene muchos amigos y le han mencionado que allí es muy agradable. Dudo que los agentes nos sigan hasta allí -Propuso el hombre de cabellos violetas que se sentaba en los asientos traseros con una sonrisa.

- ¿Saben que si vamos a un pueblo o ciudad por aqui de todos modos tenemos que cambiarnos el nombre, no?

- ¡Pogo se niega a cambiarse su nombre!-

- A mi me parece perfecto ¿Tu no quieres hacerlo, James?

- Me da igual - En su campo de visión logro visualizar un badulaque, jaló de la palanca encargada de activar las luces intermitentes del coche y dar una vuelta brusca hacia el estacionamiento principal del local- Bajo por unos fritos, mientras decidan a dónde coño iremos- Bajo del auto, obvio no sin antes recibir los pedidos de sus amigos por comprar en el badulaque.Caminó hasta el badulaque y entró.

Era un sitio pequeño, pero estaba bastante lleno de productos.

Fue directamente al estante de los fritos y después de tomarlos, agarró los pedidos de sus amigos.

Al haber recolectado lo querido, fue donde estaba la dependienta.

-Buenas -saludó el joven, llamando la atención de la mujer-. ¿Me podría cobrar esto, si no es mucha molestia? -la encargada asintió y le cobró.

-En total, serían 5$ -indicó la señora.

Sacó su billetera y pagó.

Después de despedirse de la dependienta, salió del lugar y fue a su coche.

Entró y repartió la comida, no sin antes tener que soportar forcejeos entre los presentes.

-Bien, yo tengo mis fritos ¿vosotros tenéis lo vuestro? -preguntó.

-¡Sí! -respondieron a coro.

-Pues vámonos -finalizó James, con una sonrisa en la cara.

Se puso en cinturón, encendió el coche, pisó el embrague, lo puso en marcha y empezó a acelerar.
Pocos instantes después, salieron del lugar.

-Ahora, Pogo -el mencionado le miró-. ¿Cómo se llama esa ciudad donde dices que tienes tantos amigos?

-La ciudad se llama Los Santos -respondió-. Pogo estuvo ahí hace un tiempo, pero tuvo que irse por cosas que Pogo no quiere contar.

-De acuerdo, ¿y sabes por dónde se va?

-Sí. Tienes que entrar en esa carretera y avanzar hacia delante hasta que veas un cartel que ponga "Los Santos" -dijo, mientras señalaba por dónde ir.

-Bien, gracias Pogo -le dedicó una dulce sonrisa por el retrovisor. Mientras iba por donde le habían indicado.

-No hay de qué -respondió, con un leve sonrojo.

James "entró" en la carretera y empezó a conducir como Pogo le había dicho.

Mientras, Joe se comía sus ositos gominola y Pogo miraba por la ventana del coche.

Al cabo de unos minutos, el rubio visualizó el tan esperado cartel.

-Los Santos.. -leyó en voz alta-. ¡Chicos, ya estamos aquí! -exclamó.

-¡Olé! -celebró Joe, mientras hacía uno de sus bailecitos.

James condujo hasta una gasolinera cerca de la ciudad, y paró ahí.

-Bien -empezó, girándose para estar más o menos cara a cara con sus amigos-. Tenemos que elegir nombres. Tú, Joe, ¿cómo te quieres llamar?

El de cresta se rascó la barbilla, pensando un nombre.

-Umm.. ¿Qué te parece "Horacio"? -preguntó.

-Perfecto -respondió James-. Pogo, ahora tú. ¿Nuevo nombre? -inquirió mientras miraba al vestido de payaso.

-Pogo no quiere cambiarse el nombre. Pogo adora su nombre -dijo, alargando la "o" de "adora".

James rodó los ojos.

-Pogo, estamos en busca y captura. Por seguridad, debemos cambiarnos el nombre.

-Pogo ya dijo que duda que los polis nos sigan hasta aquí -finalizó.

-Venga, James. Si Pogo no quiere cambiarse el nombre, déjalo -comentó el ahora llamado Horacio.

-De acuerdo.. -cedió resignado-. En fin, yo me llamaré Gustabo ¿vale?

-¿Gustavo con v? -preguntó el de cresta. El ojiazul le miró divertido y con voz coqueta dijo:

-Con B de bombón -y seguido de eso, guiñó un ojo.

Horacio y Gustabo rieron cómplices. Mientras Pogo miraba todo desde su sitio.

-Bien, ahora, vamos a registrarnos y a empezar una nueva vida ¿de acuerdo? -inquirió emocionado.

-¡De acuerdo! -dijeron a coro-. Enciende ya el motor, perla -ordenó el de cresta.

-Voy puerco -y dicho esto, emprendieron rumbo hacia la ciudad.


ʰᵉᵉᵉᵉᵉʸ.
ᵍʳᵃᶜⁱᵃˢ ᵖᵒʳ ʰᵃᵇᵉʳ ˡᵉⁱ́ᵈᵒ ᵉˢᵗᵉ ᶜᵃᵖⁱ́ᵗᵘˡᵒ.
ˡᵃᵐᵉⁿᵗᵃᵐᵒˢ ˢⁱ ʰᵃʸ ᵉʳʳᵒʳᵉˢ, ᵖᵉʳᵒ ᵃ ᵛᵉᶜᵉˢ ˢᵉ ᵉˢᶜᵃᵖᵃⁿ ᶜᵒˢⁱˡˡᵃˢ ᶜᵘᵃⁿᵈᵒ ᵉˢᶜʳⁱᵇᵉˢ ¿ⁿᵒ?

¡ᵉˢᵖᵉʳᵃᵐᵒˢ ᵠᵘᵉ ˡᵉˢ ʰᵃʸᵃ ᵍᵘˢᵗᵃᵈᵒ!
ᵒˢ ᵠᵘᵉʳᵉᵐᵒˢ ᵘⁿ ᵐᵒⁿᵗᵒ́ⁿ.

ᵇᵉˢᵒˢ ᵉⁿ ˡᵃˢ ᵖᵃᵗᵃˢ ♥️

YuukoStrawberry Collab

ᴛᴏxɪᴄ        -ᴘᴏɢᴏsᴛᴀʙᴏ-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora