Después de la despedida icónica de Sasuke trás dejar la aldea hacía su viaje de redención, el tiempo transcurre hasta posicionarnos en la época después de la boda de Naruto y Hinata.
Está historia se centra en los hechos que lograron unirlos finalme...
Tsunade volteo a mirar a Sakura escupiendo su café al ver que volvió con Sasuke y con la pequeña bebé.
Tsunade: ¡Que sorpresa! Felicidades chicos. ¿Qué tal estuvo la misión?
Sakura: Afortunadamente todo salió bien, Tsunade-sama, quería pedirle un gran favor. ¿Podría checarme?, tuve a la bebé hace un par de días pero quiero asegurarme que todo está en orden.
Tsunade: Por supuesto que sí, ven a descansar, haré unas pruebas de sangre también.
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Después de varias pruebas, la conclusión de los exámenes era una leve anemia por desnutrición del viaje.
Tsunade: Estás bien y la bebé también, solo necesitas comer bien y un poco de suero, quédate el día de hoy aquí y mañana volverás a tu casa. ¿Está bien? Les daré una habitación con sofá para que tú marido duerma ahí esperándote. ¿Alguna queja?
Sakura: Quería volver a casa, pero supongo es mejor que volver después con algo peor.
Tsunade: *suspira* anímate, estás triste por el cambio hormonal, pero es lo mejor, siéntete afortunada de estar tan sana y que tú bebé a pesar de pasar un viaje tan pesado está intacta.
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Sakura: Tiene razón, gracias por todo Tsunade-sama.
Tsunade: No hay de que. ¿Alguna otra duda?
Sasuke: Ninguna, muchas gracias.- dijo con alivio.
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Sakura recobró fuerzas toda la noche cayendo en un profundo sueño reparador mientras Sasuke cuidaba a la pequeña bebe.
A la mañana siguiente salieron del hospital para ir a casa de Sakura a descansar y comenzar su vida como una familia.
Sakura encargó a sasuke unas cosas para la pequeña Sarada pero este apenado no quería ir a comprar pañales puesto que tenía vergüenza de toparse algún rostro conocido, convenciendo a Sakura de ir ella para evitar dar explicaciones, ella era mejor para eso.
Sakura fue a comprar lo que necesitaban para Sarada y para tener de comer unos días. Chocando con Ino, la cuál la recibió calurosamente la acompaño a realizar sus compras, pero cuando se dió cuenta aque Sakura llevaba pañales Ino no dudo en preguntar la razón.
Ino: ¿Qué? ¿Cuando coño ibas a contarme algo tan importante como eso Sakura? Exijo ver a mi sobrina.
Sakura: Lo siento, apenas llegamos ayer no era mi intención. Vamos a casa para que conozcas a Sarada.
Las chicas fueron a casa y ahí estaba Sasuke en el sofá, cargando a la pequeña.
Ino no podía creerlo, Sasuke, ese hombre frío con sed de venganza, estaba cargando a su hija dándole amor con una sonrisa. Sakura entró avisándole a Sasuke que Ino venía con ella así que saludo y le dió a la bebé a Sakura y este se fue a un cuarto.
Ino: ¿Qué le pasa?
Sakura: Supongo que aún le durará unos días la vergüenza, lo siento.
Ino: ¡Está hermosaaaa! ¡¡¡Hola Saradita, soy tu tía Ino!!! Yo me encargaré de cuidarte y guiarte con tu mami. Y cuando crezcas, te ayudaré con los hombres para que caigan rendidos a tus pies.
Un aura extraña salió del cuarto donde se encontraba Sasuke, a lo cual Ino y Sakura sintieron el escalofrío de su molestia, ellas comenzaron a reír por la situación cambiando el tema.
Ino: Muchas felicidades, me alegro de corazón que también ustedes sean felices. ¡¡Quien lo diría!!. No sientan vergüenza de esto, todos sabemos que ustedes siempre estuvieron enamorados, ustedes debieron ser los primeros de todos en tener un hijo. Disfruten mucho su nueva familia. Me retiraré para dejarlos descansar. Nos veremos pronto... ¡Adiós Sasuke! ¡Felicidades por tu hija tan bonita!
Sasuke: Gracias.
Ino: Bueno Sakura, lo que necesites búscame, ¿si? Sabes que te apoyo, cuidense mucho.
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Pasaron el día adaptándose a la nueva rutina en casa. Nada podía ser más perfecto, ellos con su pequeña muestra de amor. Disfrutando de su compañía seguros en casa con el apoyo de todos sus seres queridos. Sin duda, la vida los ha premiado con un gran regalo llamado Sarada.
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