Narra Kattia
Caminé por el pasillo.
Dejé todo en mi casillero. Aunque el viaje fue fabuloso esa sensación de dolor seguía en mí.
Sentí su presencia.
Giré la cabeza tranquilamente y vi sus ojos mieles. Con leves ojeras. Se notaba que no había dormido. Lo cual me dolía.
-debemos hablar.-dice Justin-
-no quiero...-dije seca. Me duele tratarlo asi. Pero trato de cumplir lo que me prometí. Miré mi casillero aunque no tenía que sacar ni meter nada el él. Solo debía cerrarlo. Pero aun no lo hacia.
-ya basta.-dice y su tono muestra dolor y enojo-yo...
-basta.
-no.-dice serio-si no te lo digo me arrepentire después.
-porque?
-porque es necesario que te lo diga-dice serio-
Yo sigo mirando el casillero. No puedo volver a mirar esos ojos.
-mirame-dice y no quiero hacerlo-Kattia.
Me nombre en su boca me produce escalofríos.
-mirame
-no quiero.-digo tratando de sonar firme-
Tomó mi cara con su mano. Y me obligó a mirarlo. Su tacto con mi piel me encantó. Pero recordé lo que me prometí en la colina.
No voy a enamorarme.
-te quiero-dice y lo miró imprecionada-no bromeo.
-no puedes-digo y una sensación me recorre el estómago-
-puedo. Lo ago.
-Justin....
-no quiero ser un mujeriego. No quiero estar con montones de chicas que no valen la pena. Quiero ser solo tuyo.
Sus ojos revelan que está diciendo la verdad. Lo cual me proboca mas de la sensación en el estómago. Que se esparce a todo mi cuerpo.
-hablo en serio-dice y sus mejilas se sonrojan. Pero con suerte puedo notarlo.-
-no. -me mira dolido-no puedes... no estás .. no..
-me enamoré de ti. No lo planee. Solo pasó. ...-dijo nervioso soltando mi cara-
-mientes-dije-no estás enamorado. -miré mi casillero-
-claro que sí
-no
-si no lo estuviera. Hubiera comido algo el fin de semana. Hubiera hecho algo más que golpear un saco de arena para aguantar el dolor que me provocó ese día en la colina. O cuando vi sangre en tu muñeca. Pero no pude. Porque solo pensé en ti.
Me imprecione por sus palabras. Pero me negué a mirarlo.
-no estás enamorado. Solo te fastidia que un juego no te saliera bien
Me miró extrañado.
-no era un juego. Yo estaba cumpliendo.
-eres un jugador. -digo tratando de conservar el juicio-solo te molestó que un juego se te arruinara...
-no jugué contigo!
Lo miré. Estaba desesperado. Lo cual me izo sentir culpable.
-suerte con el siguiente juego Bieber.
Cierro el casillero y camino a mi clase.
Narra Justin.
Golpee el casillero. Una impotencia sorprendente quería que me hiciera pedazos. Pero no lo hice.
