Confía | Teen Wolf #4|

Capitulo XVI: Piezas de Ajedrez

La sala se encontraba en total silencio, tanto que lo único que se escuchaba era, en la lejania, el leve sonido de los autos al pasar.

Scott alzo la vista hacia Stiles, quien la tenía clavada en el mapa sobre la mesa. Parecía afectado, y Scott sabía la razón.

Dos de las chicas a las que quería habían sido atacadas por Peter.

Quiso extender su mano y tranquilizarle, decirle que todo iba a estar bien, que encontrarían a Lydia, que detendrían a Peter.

Pero la verdad era, que ni el mismo lo sabia. ¿Cómo podía asegurarle algo, que ni el mismo se veía capaz de lograr?

—Peter podría estar en cualquier lado —musito Allison, Scott le vio también. Tenía los ojos llorosos, pero se mantenía firme. Es una de las cosas que amaba de ella, su tenacidad, su fortaleza interior.

—El no iría a un territorio desconocido —quien hablo fue Derek, tenia su ceño fruncido, en señal de concentración—. Piénsenlo, lo tuvo que haber planeado desde hace tiempo, elegiría un lugar aislado, pero que este relacionado con todo.

— ¿La casa de los Hale? —pregunto Isaac señalándola en el mapa

Todos se quedaron en silencio

—O Eichen House —acoto Stiles  señalando por completo el lado opuesto al mapa.

A pesar de que su interior era un caos de emociones, Stiles pudo razonar ese lugar, Lydia había mencionado sobre el, sobre como le marco. Pero, si lo que le había contado era cierto, la casa Hale tenia su marca en ella también.

—Nos dividiremos —informo Derek—. Isaac, Boyd y yo iremos a mi antigua casa, ustedes tres, vayan a Eichen House.

Todos asintieron, mientras Allison iba a por su arco—el cual tenia en su coche— Scott se detuvo junto a Stiles, quien no paraba de mover sus manos, nervioso.

—La encontraremos —le prometió, a pesar de que era una promesa vacía, una parte de el sentía que tenia que hacerla.

—No puedo perderla Scott —el parecía a punto de llorar, y sentía un nudo en su garganta, le asfixiaba, le quitaba el aliento—. No ahora, no después de...

Le vio mirar hacia el suelo, nunca le había visto tan quieto antes. No desde la muerte de su madre, el dolor parecía palpable a su alrededor.

—Ella te ama —le dijo Scott—. Y tu le amas a ella, no entiendo porque me costo tanto verlo. Quizás una parte de mi no quería hacerlo, nunca quise que tuvieras esta vida, Stiles.

El alzo la cabeza, frunciendo el ceño ante su arrebato de honestidad

—Creía que ese amor que ambos se tenían, terminaría matándolos —le explico—pero ahora me doy cuenta de que cometí un error, no eres solo mi amigo, eres mi hermano ¿lo entiendes, verdad?

Stiles asintió

—Encontraremos a Lydia, y la salvaremos

Era una promesa que mantendría

**

Lydia apoyo la cabeza contra la barra de acero, suspiro y cerro los ojos. El dolor del lado de su cara era lacerante, latía a un ritmo incesante y doloroso.

Por un momento se pregunto el que haría si los chicos no llegaban a tiempo, otras veces, la pregunta era si ellos vendrían a su rescate o no.

—La primera vez que te vi —musito Jennifer, Peter había  desaparecido, para estar quien sabe donde—. Pensé que eras de esas chicas clásicas de instituto, ¿sabes?, la chica buenita, que me produce nauseas. Pero estaba equivocada.