—Volkov, ¿Qué hace?
Mira a través de la reja, Viktor sostiene su radio con molestia y brama ordenes por la frecuencia. ¿Por qué se enfadaba tanto? Era solo una broma, tampoco era que estuviese celoso de la cercanía que tomó Serjay con Volkov en un paraguas, solo le gustaba molestarlo un poco. Al final solo 3 personas en el cuerpo conocían de su relación, la razón de ello eran las quejas del superintendente, quien no quería muestras de cariño ni mierdas en horario de trabajo, ya los reprochó bastante al enterarse.
Oyó otro grito saliendo tenso de las cuerdas vocales del ruso, siguiéndole unas groserías en el idioma natal que Greco aun no entendía, si no aprendió francés en todos los años de amistad con Louis, menos aprendería ruso cuando ni se escribía semejante al español.
—Eh dicho, todos 10-33, salid de la puta comisaría del norte. —repitió por tercera vez ante las risas poco disimuladas de los agentes, mismas cuales callaron ante la ultima orden, dejando un 10-4 y luego el silencio.
—Viktor. —llamó, apegándose a la reja en un intento de acercarse—. Sácame de aquí, que era una broma, y tenemos el mismo rango.
Reclama casi con aburrimiento, no entendía las intenciones de Volkov, ya se conocían de hace tiempo, y no era que llevaran solo un mes saliendo. Tanto juntos y aun no podía leerlo en ocasiones como esta, cuando los ojos azules le brillaban levemente, descartaba aquello ya que estaban en horario de trabajo, entonces dudaba. ¿estaría enojado, triste? Sonrió leve cuando lo vio irse y volver en un lapso que no duro más de 2 minutos.
—Oye, que si quieres luego te espero en casa. —bromeó, riendo un poco, desapegándose de la reja—. Pero era una broma, coño. No me vas a dejar encerrado hasta que me saque alguien más, supongo. —dice viendo la insistente seriedad en el rostro del ruso.
Viktor entró en la celda, acercándose, amenazando aprovechado de la diferencia en altura, tembló ligeramente y retrocedió, ese gesto significaba solo 2 cosas: estaba enojado o...
"Vale, no es enojo." Pensó al estar con la espalda pegada a la pared, gimoteó contra los labios de su pareja, separándose como pudo.
—Viktor, coño, que no podemos hacer eso en comisaría. —reclamó en voz baja, con el rostro ligeramente rojo, pero la expresión decidida en Volkov no cedía—. No me vas a llevar a un puto motel esposado. —lo mira medio sorprendido.
—No te eh visto en casi dos putas semanas. —gruñó, teniéndolo arrinconado.
En eso tenia razón, pero no era justificante suficiente, además de ser culpa de ambos. Llenos de trabajo con horarios distintos, coincidiendo pocas veces a la misma hora, patrullando por separado la mayoría de las veces. De alguna manera estaban hambrientos, lo suficiente para que Volkov quisiera ignorar toda ética y Greco acepta de alguna manera la cercanía, y hasta las esposas, aunque no acostumbraba a esa incapacidad de movimiento, a no tocar un cuerpo que de alguna manera conocía.
—¿Las cámaras están en bucle? ¿Apagaste la radio? —pregunta algo acalorado, mirando a través de la reja por si la puerta tenía seguro, se olvida de honoríficos de trabajo, ya no es un usted, es un tú, un conocido y más que eso.
Vokov asiente prontamente algo cohibido, ninguno se cree lo que están por hacer. Apaga la radio de Greco, quien sigue maniatado, Viktor planea dejarlo así hasta el final, de alguna manera le sube la libido poder tenerlo a su merced tras las burlas de hace rato. Da un ultimo vistazo a la puerta antes de girarse y dar un punto de inicio, porque amos saben que no es el primer beso, que el momento no acaba cuando sus bocas se separen. Sostiene a su amante de las caderas, con fuerza que a greco no le molesta, lo tiene cerca después de un cierto tiempo, piensa un al fin jadeante. Esta dispuesto a perder el sentido por Viktor, y ese sabor a locura se disuelve en su boca.
—¿No me vas a desesposar? —pregunta cuando se separan un poco, ambos con el rostro rojo, si es calor, vergüenza o lujuria da igual.
—¿Para qué? —cuestiona callándolo como solo él puede.
No se entienden del todo a la vez que comprenden cada movimiento, cada toque en la piel arde como un poco mas que otras. Se sienten casi oníricos entrecerrando los ojos cuando se unen. Greco con el pecho apoyado en los barrotes y el abdomen extraño, gruñe un poco acostumbrándose, no se conoce, no sabe como resistió casi dos semanas sin la dopamina que ahora le ayuda a respirar y le quita el aire. Mueve los brazos algo incomodo y Volkov le sostiene las esposas, dejándolo casi inamovible. Insulta en ruso una vez más, con un sentimiento distinto esta vez. Se mueve solo cuando lo cree necesario, sin esperar siquiera una confirmación del otro, esta siendo egoísta y no es precisamente malo, porque lo conoce, se conocen tan bien que esto no es nuevo en ningún sentido. Solo ha cambiado el entorno y aquel metal destinado a criminales rodeando las manos de Rodríguez. Ya ni siquiera recuerdan donde están, que si puede venir alguien, que si Conway los puede estar llamando, el significado de QRR desapareció en sus mentes como si se tratara de un sueño y fueran las 3 de la tarde, quedando vestigio, pero no recuerdo.
La mano derecha de Viktor sostiene sin piedad la cadera de su amante, como si quisiera fundirse en ella y dejar todo tipo de marcas, no es por receloso, es por querer significar algo mas que un segundo, no quiere ser un momento, necesita ser recordado al menos para mañana. Quiere que se busquen mutuamente como ese día, que hagan tiempo entre trabajo y se saboreen en lo mundano.
¿Debía contener su voz? Greco casi ha olvidado su propio nombre, pidiendo sin miedo lo que su cuerpo grita necesitar. Y Volkov se lo cede, moviéndose sin ritmo, entrando y saliendo, sintiendo que le falta el aire y que aquello le sirve para continuar en pie.
Confirman que con la sazón de enamorado todo parece ir unos niveles más arriba.
Greco suelta un pequeño grito cuando entre sus piernas se crea desastre, y es alzado con demasiada facilidad. Se desapega de los barrotes, con una mano de su acompañante sosteniendo con firmeza las esposas y la otra rodeando su pecho, alzándole la camiseta hasta los pectorales. Respiran agitados hasta después del último movimiento.
—Quítame las putas esposas. —reclama Greco, formulando palabras entre balbuceos, escuchando un seseante afirmativo.
Se encuentra apegado a los barrotes de nuevo, con los pantalones abajo, expuesto maldice mentalmente. Siente las manos libres y va a acariciarse las muñecas y arreglarse la ropa cuando su compañero interrumpe. ¿Cuándo perdió Volkov toda vergüenza? Aunque fuese hace minutos, no era del todo relevante cuando lo estaba arrastrando al banquillo de la celda, sentándolo sobre él. Greco arquea la espalda al sentirlo de nuevo, pero de alguna manera siente prohibido el alejarse, ya está en ese punto y ahora más sensible, cada toque es entre tortura y pasaje al cielo. Las piernas le tiemblan ligeramente cuando el ruso lo mueve hacia arriba, hacia abajo, en vaivén, se sostiene de las piernas contrarias para no perder el equilibrio, pues se siente desfallecer. Tensa la mandíbula cuando siente los labios del otro sobre su cuello, le es imposible considerar que no puede tener marcas, así que lo deja estar, gruñendo entre dientes.
El tiempo se ha vuelto indiferente, los minutos pueden fundirse en segundos, no lo sabrían cuando la mente se les nubla y las sensaciones se apoderan de ambos, mas sensibles que hace un rato.
Greco vocaliza con dificultad una grosería y el nombre de quien ama. Viktor continúa hasta que el acto alcanza lento la cúspide, vuelve el desastre y yace otro final entre ambos. Se besan como acto de cierre. Las respiraciones fuertes se entrelazan un momento junto a balbuceos, unos en ruso los otros en extraño español.
—Не уходи снова. —dice Volkov en voz baja cuando lo ha girado para verle la cara.
Greco alza las cejas levemente, inquisitivo, sin comprender las palabras, pero captando aquella mirada medio perdida, ojos brillantes que no encajan del todo con su seriedad. Ríe un poco y asiente.
...
Hay muy poco contenido de ellos.
Historia publicada también en twitter (@ Karima130X)
¡Gracias por leer!
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Не уходи снова. [𝐺𝑟𝑒𝑘𝑜𝑣]
FanficDejan de lado la ética, se alimentan a grado mundano, carnal. Necesitados el uno del otro para funcionar bien. Contenido explícito. Los personajes no me pertenecen, son parte de SpainRP. No se permiten copias ni adaptaciones.