En un lugar dentro del reino de Dinamarca hay una pequeña casa.
En esa casa habita un granjero y su esposa.
La esposa se embarazó.
Nacieron gemelos.
Los gemelos fueron llamados Aksel y Asta.
Ambos crecieron como cualquier otro niño normal...
¿Qué es...
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Cuando los gemelos Silver recién nacieron, la gente bromeaba con que la luna había bajado para besar únicamente sus pequeñas cabezas.
Era algo peculiar, pues exclusivamente los cabellos en su cabeza parecían hilos de plata, mientras que sus cejas y sus pestañas eran tan oscuras como la noche en la que se señoreaba la luna.
Los gemelos parecían criaturas mágicas; de cabellos plateados, ojos color zafiro, piel blanca como de porcelana, y un rostro angelical. Permitiéndose exagerar, probablemente eran los niños más hermosos en todo el mundo.
Los dos primeros años de sus vidas fueron relativamente normales. Los padres no veían nada extraño en ellos, salvo la belleza que sus niños tenían.
Fue cuando los gemelos cumplieron tres años que comenzaron a notar sus comportamientos extraños; Asta, la gemela mayor por exactamente 15 minutos, comenzaba a matar gatitos para después llevar y exhibirlos frente a su hermano como si de un trofeo se trataran.
Aksel, el gemelo varón, luego de que su hermana matara a los felinos, él se encargaba de abrirlos, le parecía fascinante la cantidad de sangre que aquellos animales tenían, también le fascinaba las estructuras de los órganos que componían a esos seres vivos.
Juntos, Asta y Aksel, eran un equipo. Uno mataba, el otro descuartizaba.
Sus padres trataron de intervenir, ¡claro que lo hicieron! Los castigaban, los regañaban, incluso trataron de "sobornarlos" para que dejaran de hacerle daño a los animalitos. Pero los gemelos eran indiferentes a todo lo que sus padres hacían.
Donde los padres intentaban sembrar amor, los gemelos cosechaban indiferencia.
La muerte de animales incrementaba, ya no eran solo gatos, también perros y diferentes tipos de aves. Sin embargo, los padres decidieron buscar ayuda cuando el gemelo varón, harto de los regaños de sus padres, prendió fuego a la casa mientras sus padres dormían. La intención era clara, quería deshacerse de ellos.
Afortunadamente el pequeño incendio no pasó a mayores, pues los vecinos se percataron rápidamente del fuego y llamaron a los bomberos. Ese día los padres decidieron llevar a sus hijos con un psicólogo.
Y pareció funcionar por unos años, pues los gemelos parecieron dejar de matar animalitos.
Lo que nadie nunca imaginó era que al cumplir los 12 años, los gemelos dejarían de centrarse en matar exclusivamente animales, ahora empezarían a matar humanos.
Y sus padres fueron los primeros en morir a manos de los gemelos Silver.
