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Josué Márquez.

Esta mierda se nos está yendo de las manos, cuando le dimos el teléfono a la policía empezaron a buscar huellas, encontraron una que no coincidía, pero no aparecía en el registro, es como estar en callejón sin salida.

Siento que la cabeza me va a explotar, junior entro en una especie depresión y esta irreconocible, no come, no sale de su cama, está totalmente perdido, sin mencionar que anoche se dio la emborrachada del siglo, esta segado por la ira y quería destrozar a Liam cosa que me hubiera encantado si no estuviéramos amenazados, ya que si le ponemos un solo dedo iremos a la cárcel.

Estoy mirando fijamente a Junior está en un estado deplorable y eso que solo han pasado dos días, tiene la mirada perdida y casi no reacciona cuando le hablo, nunca fue de llorar, pero ahora no para de hacerlo y sinceramente empieza a asustarme.

Por mi parte me siento agotado, los oficiales están preocupados ya que no se ha pedido rescate y normalmente sino se pide rescate es porque hay una gran posibilidad de que las hayan matado, al oír eso mis esperanzas decayeron, trato de mantenerme sensato ya que Junior es un caso perdido y los dos no podemos estar en lo mismo.

La cabeza me da vueltas tratando de pensar que Liam pudo haberlo hecho, pero no encuentro nada, rebusqué en su habitación, pero tampoco encontré nada, su teléfono tampoco tenía nada relevante, estamos perdidos.

Me levante y mire fijamente a Junior, le quite la sabana que lo cubría e intente levantarlo, pero se resiste.

—¿Qué diablos quieres? — cuestiona con ceño fruncido.

—Intentar sacarte de la miseria— susurre más para mí que para él.

Lo levante, pero todavía este medio ebrio y como no si se bebió me dio bar anoche, no sabía ni lo que decía y se caía a cada tanto, lloraba a mares y luego quería golpear a todo lo que mueva, hasta mí, en conclusión, fue un trabajo difícil traerlo.

Lo levanto y lo pongo de pie, empiezo a desvestirlo, le quito la camiseta que tiene vomito seco que no sé cuándo le cayó y los pantalones dejándolo solo en bóxer, esta tan mal que se dirige a la puerta de la salida en vez de la del baño, tengo que tomarlo por los hombros y guiarlo a la del baño, lo entro y abro la llave poniendo el agua lo más fría que puedo, se empieza a mover de forma violenta y a sostenerse la cabeza como si tuviera un demonio y yo le estuviera haciendo un exorcismo.

Después de bañarlo está más lúcido y puede sostener su cuerpo por lo menos, así que lo deje para que terminara de asearse, cuando salgo mi teléfono vibra anunciando un mensaje nuevo.

Oficial MacQuiad: encontramos algo.

Leí el mensaje dos veces, significa que tienen algo y que ya no es un caso perdido, un callejón sin salida.

Con Junior fuimos de inmediato a el aula del tercer nivel que fue designada para la investigación y también para los interrogatorios.

Cuando llegamos el oficial MacQuiad nos recibió, caminamos hasta el fondo de la habitación y ahí saco una table Apple color azul, cuando la prendió en ella estaba la imagen de un hombre, es alto de buena musculatura y fornido debe medir unos dos metros de alto, el pelo negro le cae en rizos y tiene ojos grises, debe tener unos treinta y ocho o cuarenta.

—De este hombre es la huella que encontramos, no lo pudimos detectar antes porque es europeo por lo cual no salía en la base de datos, al ser europeo se nos complica más la tarea— expreso el oficial MacQuiad tomando una pausa y soltando el aire que estaba conteniendo— lamentablemente tenemos que informarles que unas cámaras lo grabaron subiendo a Daniela y también a Heather, venía acompañado de alguien más pero no pudimos reconocerlo ya que la cara no se le veía del todo.

Amantes {Libro I} ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora