Algún día te lo pasaremos

5.

Cuando finalmente llega Halloween, no es un gran sorpresa adivinar quién quiere ser Peter.

—Enderece la espalda —le dice Steve. —Separe los pies y estará más estable. No trabes los codos o te dolerá la mano por la explosión del repulsor.

Hay pocas posibilidades de que Peter comprenda completamente lo que Steve quiere decir, pero su hijo está orgulloso frente al espejo, con una sonrisa tan amplia que Steve no puede evitar sonreír también. Tony había fingido contar con la ayuda de Peter para hacer la armadura del traje. El niño se había adaptado fácilmente a las herramientas que los rodeaban, manos pequeñas ansiosas por acelerar el proceso.

Al verdadero estilo de Tony Stark, había dejado que Peter 'ayudara' durante una semana a pesar de que el disfraz se completó en menos de un día, y Tony también había hecho otro disfraz para el nuevo amigo de Peter. Steve espera que su hijo pueda recordar este Halloween.

—Perfecto —dice cuando Peter imita una explosión repulsora en el espejo.

—¿Cómo me veo? —Tony los interrumpe.

Desde el espejo, la sonrisa de Steve se agranda cuando ve el moderno disfraz de Tony. Está disfrazado de Rhodey, la armadura estándar roja y dorada cambiada por una negra y plateada más atenuada.

—¡Papá! —Peter corre hacia él.

—Todo Iron Man necesita una Máquina de Guerra —Tony se inclina para abrazarlo. —Ahora, ¿dónde está tu Cap?

—Wade esta llegando.

—Genial, ¿por qué no lo vemos en el vestíbulo? Podemos mostrarle a todo el edificio que están a salvo con su nuevo Iron Man.

—¿Caramelo?

—Todavía no.

Steve había elegido un disfraz más sencillo. Brazo cubierto con una fina capa de nanobots plateados y rímel alrededor de sus ojos -aplicada con ayuda de Peter- Steve solo había necesitado encontrar una peluca para completar el disfraz.

"No me veo así", había argumentado Bucky. Con ayuda, Peter había girado el cepillo de rímel sobre su tío Bucky, manchando líneas negras sobre su frente hasta que la discusión se resolvió a su favor.

Tony mira a Steve y niega con la cabeza con pesar. —No te besaré hasta que te quites la peluca.

—Entonces tendré que buscarme a un Sam.

Entran en el ascensor mientras Tony le saca la lengua a su marido, su hijo está demasiado emocionado para notar las payasadas de sus padres. El vestíbulo en sí está lleno de niños, incluso tan temprano en la noche. La torre Stark era famosa por abrirse a los niños en Halloween, albergando exhibiciones gratuitas con dulces para todos.

Todos los años, Tony se aseguraba de que uno de los dulces fuera el favorito de Steve en los años 40 (su esposo no necesitaba saber que compró la compañía para mantenerla en producción) y observa cómo Steve se dirige directamente a eso.

—¿Ya has visto tu Cap, Pumpkin? —Tony le pregunta a Peter. Peter se pone de puntillas y niega con la cabeza. —Está bien, entonces ¿por qué no vas a conocer a otros niños? Llama a JARVIS si me necesitas.

El rostro de Peter se ilumina. —¿De verdad, papá?.

—Sólo sé cuidadoso.

Su hijo no necesita que se lo digan dos veces. Peter se abre paso entre la multitud de niños para ver la exhibición de los Vengadores. En su camino, agarra tantos dulces como sus pequeñas manos enguantadas pueden caber, dándoselos a los otros niños que miran fijamente el gran recorte de Iron Man.

—Estamos criando uno bueno —dice Steve con la boca llena de dulces.

Tony se apoya en su hombro, feliz por los disfraces que los mantienen irreconocibles por el momento. Tendrán que dejar que los reporteros tomen algunas fotos, pero por ahora, él está contento de ver a su hijo ser un héroe.

—Si. Afortunadamente, no es tan problemático como tú.

—No, es tan problemático como tú.

Tony sonríe y le roba un caramelo a Steve. —Lo tomaré como un cumplido.