Short Horror Stories

El Lago

Desperté de un sobresalto, con mi frente y mi torso con una ligera capa de sudor, regresa a mi pensamiento la recurrente pesadilla que he tenido durante todas estas noches. Me encuentro de día de campo con mi esposa Sofía y mi hijo Matthew, todos sonriendo y disfrutando del hermoso día frente al lago, de repente suena mi celular y Sofía que está cerca de él, lo coge, y contesta ―Hola, quién habla?― dice mientras me voy acercando a su encuentro y así atender yo la llamada, ella vuelve a decir ―Quién habla? No se escucha― le pido que me pase el teléfono y me lo coloco en la oreja ―Buenas tardes, qué desea?― luego de hacer la pregunta se escuchan chirridos del otro lado de la línea, luego un pitido que se va apagando poco a poco hasta que se queda en silencio, luego una voz que suena mecánica y sintética dice ―No deberían dejarlo jugar solo tan cerca del lago, ya que pueden tentar a las almas allí hundidas a que se apropien de él y lo ahoguen y esto solo sería su culpa por no ponerle cuidado― al escuchar esto me entran escalofríos en el cuerpo y me quedo de piedra, mi esposa que permanece a mi lado me ve expectante, con el teléfono aun en mi mano y pegado a mi oreja volteo de frente hacia el lago y me percato de que Matt está en la orilla metiendo su manito en el agua, como tratando de agarrar algo, en ese momento recordé las viejas historias de mi abuelo cuando decía que en ese mismo lugar ocurrieron muertes y asesinatos y todo el que se acercará culminaría su vida del mismo modo que las almas allí ahogada, cuando logro reaccionar tiro el teléfono y salgo corriendo hacia él, al acercarme más logro divisar a una persona que está de pie atrás de él y otra que está saliendo del agua y lo empujan hacia el lago, corro con más esmero, llego a la orilla del lago y me sumerjo, comienzo a buscarlo, nado profundo durante muchos minutos , salgo a tomar aire y vuelvo a sumergirme, pero no lo consigo, ya no hay nada, no están ni las manos, ni Matt, no hay nada solo un lago en calma, volteo a ver a mi esposa y veo como una sombra desde la parte de atrás hala su cabeza para exponer su cuello y en un movimiento ágil pasa una cuchilla por su este, y empieza a brotar abundante sangre de su cuello, y una fracción de segundo antes de que desaparezca la sombra, logro observar en su rostro una sonrisa burlona, siempre es ese el momento justo donde me despierto de esa horrible pesadilla, no logro borrar esa maldita sonrisa de mi memoria.

Volteo a ver al lado derecho de la cama para buscar consuelo en Sofía y veo que está vacío, me levanto y voy corriendo a la habitación de Matthew, al llegar, abro la puerta de golpe y la encuentro totalmente vacía, con la cama perfectamente hecha, en ese momento empieza a sonar el teléfono de casa, avanzo hacia el pasillo y lo contesto ―Hola?― escucho chirridos y luego el pitido que se va apagando de apoco, luego la voz mecánica ―Estas condenado a revivir cada noche de tu vida, el día que perdiste lo que más amabas por un descuido, pero no te preocupes que nosotros cuidaremos de ellos en las profundidades― luego solo logré escuchar una risa macabra, de esas que te hielan, después todo se volvió negro...