❝ Tus circunstancias familiares, tus sentimientos...¡No me interesa nada de eso! ¡Solo usa tus flamas contra mí también! Las recibiré y las aplastaré desde arriba. ❞
➻ Bakugō Katsuki x Todoroki Shotō.
➻ Siete One-shots sin relación alguna que surgen...
Día #OO1 [ primera cita | primer beso ] • presencia de ooc. Dedicado a Mitzuki9.
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—¿Ya decidiste qué ordenar?
Están en un restaurante. De esos que tienen en decoración lo que no poseen en cantidad de comida o precios accesibles. Las sillas tienen un respaldar acolchado y las mesas manteles limpios y con pequeñas flores en la parte de abajo. Hay un candelabro en el centro del salón y las otras personas a su alrededor ya comenzaron a chocar sus copas llenas de champagne entre risas para nada discretas y atuendos caros que no permiten, por nada del mundo, manchas.
Bakugō no tiene ni idea de por qué él: un joven de diecinueve años recién cumplidos, que posee problemas de humor y que está vestido con jeans negros; zapatillas blancas; un jersey del mismo color que estas y una gorra con la banderita de Canadá en la parte de atrás, está aquí. No combina. Simplemente no combina en un lugar así. No ahora por lo menos. Incluso con lo cascarrabias que es puede darse cuenta de eso.
Es curioso, piensa con algo de fastidio, el como los tarados que tiene de amigos no pudieron darle más detalles para esta supuesta cita que le planearon -porque todo lo previo lo tuvo que hacer él- aparte de su típico: "¡Vístete para la ocasión!". Sí, díselo al tipo que lo más formal que tuvo que hacer en una reunión fue levantar su diploma, arrojar arroz a sus compañeros recién casados o chocar copas antes de tomar en un juego de "yo nunca, nunca". Un maravilloso consejo.
Podría irse, piensa, luego de releer por tercera vez la extraña carta del menú con variedad de platillos de nombres extraños (y que parece no contener ni una mísera comida picante, maldita sea). Esa idea se aloja con fuerza en su mente conforme pasan los segundos y el ambiente incómodo no parece próximo a desaparecer. Podría hacerlo sonar casual, pedir disculpas, inventar alguna excusa sobre trabajos de universidad de último minuto -que tampoco es tan falso- o fingir recibir una llamada de emergencia por parte de su madre o algo parecido. Entonces se levantaría, prometiendo algún encuentro en los siguientes días y solo, saldría por la puerta, dejando atrás todo este sitio tan "elegante" y aprovechando para llamar a Kirishima o a Mina para irse a comprar snacks y tener una noche de películas con los demás mientras hablan de lo raro que le fue.
—¿Te encuentras bien?
Pero luego esa voz que parece estar tan carente de emociones la mayor parte del tiempo le vuelve a preguntar algo, con ese tono tan específico que usa cuando algo le preocupa (y que él ha sabido identificar después de un tiempo compartiendo clases). Y ya no puede.
Y es así cómo todas las ideas sobre huir como un cobarde -al menos así le diría Ochaco- y dejar a Shotō Todoroki solo en este sitio para gente quisquillosa desaparecen.
Porque, al final, no es culpa del chico tener un hermano tan maldito como Tōya, quien seguramente le dijo antes de todo esto que Bakugō amaría tanto un sitio elegante para su "primera cita". Incluso podía imaginarlo: alguien con problemas a la hora de socializar como Shotō, recibiendo consejos de su "fabuloso" hermano mayor que lo único que desea más allá del mundo -aparte de una nueva motocicleta- es ver a Katsuki lo más lejos posible de su casa y familia, y creando imágenes en su mente sobre los mejores sitios elegantes que hay en la ciudad. Ignorando por completo el hecho de que Bakugō le comentó esa propuesta de que irían a ver una película al cine horas antes de toda esa preparación.
