Estoy bailando en la oscuridad contigo entre mis brazos. Descalzos escuchando nuestra canción favorita
-cariño te ves perfecto esta noche
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[Historia corta]
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-¿QUÉ?-
El grito de Pepe logró llamar la atención de toda la familia y de todos en el restaurante. Temo se alarmó demasiado. Pepe era el único que no había dicho nada al respecto de su orientación.
El hombre respiró profundamente con intenciones de calmarse. ¿Aunque cómo podría? Su pequeño hermano. ¡Su carnalito! Ahora tenía pareja y se iba a casar con aquel chamaco de pelos de Maruchan mal cocida. ¿Cómo quieren que se calme? Es imposible calmarse ante este tipo de situaciones.
- Todo bien,todo bien,Temo. Yo te amo y te aceptaré siempre. Pero...¿Cómo que te vas a casar? - una parte de Temo se relajó. Al menos a su hermano no le molestaba su orientación o algo así. Al contrario de Aristóteles. El pánico creció dentro de él. Su cuñado lo iba a odiar por quitarle la inocencia a su hermanito. ¿Qué iba a hacer ahora? ¿Quién le iba a hacer su café favorito a Temo todas las mañanas? ¡Aún era muy joven para morir!
- Eh... Sí. No pronto, aún estamos jóvenes y queremos terminar nuestras carreras y administrarnos monetariamente. Es una meta que Ari y yo Tenemos. - habló el castaño con una sonrisa en los labios.
Pepe tenía su mirada fija en Aristóteles. No confiaba en él para nada.
- Puede que sea tarde para preguntar. ¿Pero qué intenciones tienes con mi carnalito,Aristófanes? - preguntó Pepe a la vez que se acercaba a Aristóteles con la intención de intimidarlo.
- E-es Aristóteles.
- ¡Es lo mismo! ¡Y no me interrumpas, chamaco!
- Mis intenciones no son ni serán malas nunca,yo sólo quiero brindarle todo el amor del mundo,y cuidarlo de todo peligro. Yo amo a Temo con mi vida. - el rizado apretó la mano de su prometido mientras la familia se conmovía por las palabras del rizado.
Sólo bastó mirarlo a los ojos para saber que decía la verdad.
Pero no iba a aceptar que se conmovió.
- Está bien,pues. ¿Pero no creen que están muy jóvenes para casarse? - las preguntas tenían que seguir sí o sí. No iba a dejar a su hermanito a manos de un cholo.
- Puede que sigamos siendo jóvenes,pero estamos demasiado enamorados. Hemos luchado contra muchas situaciones y personas que se han querido interponer en nuestro amor.Hemos luchado por nuestra felicidad,y no la voy a dejar ir tan fácil. - respondió Cuahutémoc con seguridad mientras sonreía hacía Aristóteles,el cual lo miraba con tanto amor desbordando de sus pupilas.
Pepe soltó un suspiro, tenía que dejar ir a su pequeño hermano, ahora era todo un hombre. Había encontrado el amor desde muy joven,y sus celos de hermano mayor no iban a impedir nada.
Se acercó a ambos jóvenes,y tragándose su orgullo, abrazo a los chicos,quienes sorprendidos correspondieron el abrazo.
- Cuídame a mi hermano, Aristófanes. - el mencionado no quería romper el momento, por eso mismo no lo corrigió.
- No les voy a fallar,Temo es mi vida.
- Pero no creas que ya me tienes ganado como cuñado.
De acuerdo. Pepe es experto en romper momentos.
La familia rió, incluso Cuahutémoc se unió a las risas. Mientras que Ari sólo pudo suspirar y sonreír en dirección de su prometido. Le encantaba verlo tan feliz,tan brillante... Le encantaba ver su futuro reflejado en los ojos del chico a su lado.
No pudo evitar acercarse a abrazarlo por el hombro y besar su mejilla.
Aunque no fue una buena idea...
- ¡CHIFLANDO Y APLAUDIENDO!
La familia entera gritó. De acuerdo,tal vez y sólo tal vez, a la familia López le encantaba asustarlo con gritos.
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Espero les guste,chikis.
Me vengo a promocionar.
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