Teníamos 3 años de novios. Ya habíamos acabado la escuela, ahora tu trabajabas y yo también. Después de juntar algo de dinero habíamos decidido ir a ver algunos departamentos cerca de las casas de nuestros padres. Los amabamos, si, pero ya eramos grandes y no debíamos ser una carga para ellos, o almenos eso decias tu.
—¿Lou? —llamaste mi atención.
—¿Qué pasa Harry?
—Creo que ya es momento de que nos vayamos a vivir juntos.
Me tomaste por sorpresa, si bien ya había pensado en eso antes nunca creí que fuera posible y me asustaba un poco. No por ti, obvio, sino porque yo no era tan maduro como tu y no se me hacía sencillo separarme de mis padres.
—No lo sé Harry, ¿cómo pagaremos el alquiler?
—No te preocupes, mira podemos pedirle algo de dinero a papá y a mamá y con eso pagamos unos meses, después nosotros seguimos pagando. Anda sería algo muy bueno para los dos.
Aún no estaba seguro pero como siempre pusiste tu cara de gato y me convenciste.
—Esta bien Hazza, espero y no batallemos —te dije.
Saltaste de tu asiento —¡Gracias Lou¡ Por eso te amo —y me besaste.
Finalmente encontramos un hermoso lugar donde vivir y nos mudamos. Me dijiste que debíamos celebrar en grande porque habíamos dado un gran paso en nuestra relación. En tus ojos se veía un brillo que no supe descifrar que significaba hasta esa noche.
—Lou, ¿quieres salir a cenar esta noche? Tengo unas reservaciones en Rulet , ¿vamos?
—Claro que si amor —te dije. No sabía de tus dobles intenciones.
—Bien, pero tienes que ir muy guapo, te veo ahí a las siete en punto —me respondiste mientras salías por la gran puerta de nuestro nuevo hogar.
—¡Espera! ¿porqué te vas?
—Tengo que arreglar unas cosas Lou, pero te veo en el restaurante, adiós.
Me dejaste solo y confundido ¿que rayos fue eso? No lo sabía.
Después de eso el problema fue que no tenía idea de qué ponerme. Lo sé, me comporte igual que cuando te pedí que fueras mi novio. No sabía porqué estaba tan nervioso por la cita que tendriamos, me pasaron por la cabeza mil razones por las que habías actuado así pero nunca di con la correcta. En fin, después de esculcar por mi ropa y de un largo y pausado baño ya estaba listo para la noche. Llevaba un pantalón de vestir negro con una camiseta azul casi oscuro y zapatos de vestir negros. “No es lo mejor, pero tampoco lo peor”, pensé.
*
Llegue al lugar a las siete con veintidos, estabas sentado en la mesa más escondida que haya visto nunca. A pesar de la posición en la que te encontrabas pude ver bien tu atuendo. Llevabas un traje, pantalón y saco negro y camisa blanca, te veías tan bien.
Me acerque a ti con una sonrisa, creí que estarías enfadado, pero no fue así. Te levantaste y me diste un pequeño beso.
—Lou, creí que ya no ibas a venir.
—¿Cómo crees eso Harry? Jamás me perdería una cita contigo —sonreí.
—Bien, te traje aquí por una razón Louis. Te amo tanto Lou, en serio. No se que me haces, recuerdo cuando me pediste que fuera tu novio, me dijiste “Eres como mi droga” y quiero decirte que siento lo mismo hacia ti. Planeaba hacer esto al final de la cena pero no aguanto más.
Metiste tu mano dentro del bolsillo de tu pantalón y sacaste un pequeña caja roja. Para ese momento yo ya estaba llorando.
—Louis William Tomlinson, ¿quieres casarte conmigo?
Me levanté y te di un enorme abrazo.
—¿Eso es un si? —me preguntaste con duda.
—Si Hazza, es un si.