Capítulo uno.

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     Sus ojos tristes se posaron en su hermosa sonrisa. Se ensanchaba en su dirección; mirando a los ojos azules. Estos la miraban también, con las comisuras de sus labios curvándose.
     Su mano buscaba la de él debajo la mesa de la cafetería, riendo con suavidad al igual que el ojiazul. Cuando la encontró, Louis entrelazó sus manos. La suya cubrió completamente la de Eleanor. Y con su mirada sin brillo, inconcientemente fue a la suya. Oh, cuán bella se vería cubriendo la del chico. Una sonrisa decaída decoró su rostro cansado ante el pensamiento.

     Los vio otra vez. Murmuraban cosas inaudibles para él. Ambos se acercaban al otro cada vez más, estrujando su corazón a medida que la cercanía se hacía más corta. Y cuando sus labios se juntaron, estampándose con el otro y moviéndose lentamente, sintió otro pedazo del órgano caer. Tal vez una parte de él también.

     Su mano fue hasta sus labios cereza, entreabiertos y levemente cálidos.

     Quería besar a Eleanor, porque ella sabría a Louis.

     Y quería besar los de ella porque sabía que no podría realizar la misma acción con los de Louis.

     Su corazón se rompió una vez más, y las lágrimas saladas inundaron sus ojos.

     Si tan solo se pareciera a ella. Si tan solo fuera como ella. Si tan solo fuera ella, él estaría allí.

     Él sería quien tomara la mano de Louis. Quien ría con él en voz baja. Quien bese sus finos pero gloriosos labios. Quien lo toque.

     Sus manos acallaron un sollozo. El nudo en su garganta creció. Oh, cuánto dolía el amor.

     El amor no correspondido dolía más, lo tenía asegurado.

     Y el almuerzo terminó, con el timbre avisando y estudiantes quejándose con cansancio. Todos se levantaban. Él tan solo intentaba calmarse. Calmar sus sentimientos.

     Pero, era un adolescente idiota, mirando a la pareja irse a sus respectivas clases con un beso de despedida.

     Era primer año de universidad.

     Se cumplían cuatro años desde que estaba enamorado del castaño de menor estatura. Oh, vamos. "¿Quién no se enamoraría de alguien tan lindo, gracioso, respetuoso y amable —tal vez a su manera—?" Él pensaba. Era su forma de consolarse a sí mismo, porque nadie más lo hacía ni lo iba a hacer.

     No, Harry no estaba en el clóset.

     Era abierto en cuanto a sus gustos. Algo así. La mayoría sabía que él estaría con cualquiera que le guste. No importaba el género, solo el amor.
     Sin embargo, sus ojos jade se transformaban en corazones cuando observaba a Louis heterosexual Tomlinson.

     Unos ojos azules lo veían curiosos en la salida de la cafetería. No se había dado cuenta de que tenía que volver a la clase de biología —la cual era una de las pocas que compartía con Tomlinson. Sí, él no era de tener suerte—. Tampoco notó ni escuchó el ruido de las zapatillas negras acercándose a él.

     — Hey, Harry. Hay que ir a clase.

     Oh, Dios se apiade y no muera en ese instante de un infarto.

     ¡Louis le estaba hablando!

     Bueno, en realidad habían "conversado" un par de veces —"conversado" puesto que apenas compartían algunas míseras palabras, aunque que soñaba con la idea de eso—. Una vez hasta había sobornado a la profesora de historia para ponerlos en un trabajo juntos, y ella lo hizo, sin embargo no pasó nada de lo planeado. Terminaron el trabajo el segundo día, y Louis el primero se fue rápido porque tenía una cita con Eleanor. Eso fue hace un año.

     Aunque cada vez que lo recordaba, una lágrima descendía por la mejilla de Harry.

     — Um, sí. Ya voy.— se paró tembloroso. El ojiazul le sonrió levemente.

     Oh, como amaría ver esa sonrisa en las mañanas, mientras descansaba a su lado y el sol se asomaba por las cortinas blancas. Además de escuchar la voz ronca de Louis.

     Que preciosa fantasía.

     No cruzaron palabra otra vez. Tampoco es como si tuviese algo de lo que hablar.

     Un camino incómodo que torturaba a ambos al no saber que decir. Harry miraba de reojo a Louis de vez en cuando, y este último hacía lo mismo.

     Tensión.

     Harry no notó como Louis se acercaba cada vez más a su cuerpo intencionalmente.

     Y cuando sus manos rozaron, sus ojos se abrieron gigantescos y pararon directamente en el rostro del castaño. Él se mostraba tranquilo, parecía no haber sentido la mano ni la mirada penetrante de Harry en él.

     Una vez más, el rizado solo lo tomó como un accidente.

     A la salida, la hermosa y delgada castaña corrió a los brazos de su novio, tratando de no caer con sus tacones pero haciéndolo intencionalmente cuando estuvo lo suficientemente cerca de Louis para acurrucarse en su pecho. Él la recibió con una sonrisa y rodeando su cintura con sus brazos.

     Su estrecha y curvilínea cintura.

     El ojiverde miró la suya.

     Su cuerpo no tenía nada de curvas, o una fina y linda cintura.

     Un suspiro salió de sus labios. Él no era suficiente. Ni siquiera para la persona para la cual quería serlo.

     No supo cuando las lágrimas comenzaron a caer con dolor.

girl crush ; l.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora