De salida no caminé mucho con Laura ya que tenia que irme a trabajar. Sí, Anna con 14 años y un trabajo. Algunos se preguntarán qué tipo de persona contrata a una niña de 14 años. Pero estoes totalmente diferente.
La señora James me contrató en su cafeteria luego de enterarse de la situacion que pasaba mi familia, ella era mi vecina. Trabajo para ella desde los 12 años, al principio como lavaplatos, ahora tengo el puesto de mesera ya que (al fin) tengo la estatura para ello.
Llegué unos minutos tarde, cosa por la cual no tenia que preocuparme ya que la señora James era comprensible con respecto a mi situacion, ella fue quien me alentó a seguir con mis estudios. Al entrar la encontre en la caja registradora atendiendo a unos clientes, al notarme agitó su mano en señal de saludo en mi direccion, sonreí y segui mi camino hacia el interior de la cafetería.
Luego de cambiarme la ropa rapidamente, comencé a atender a los clientes, iba de aqui para allá con pedidos en cada mano y la libreta en mi boca. No lo concideraba como un trabajo dificil, me encantaba, uno de mis sueños en el futuro quizás seria abrir mi propia cafetería/libreria. Ya que acá en mi pais no era algo que veias todos los dias.
- ¿cómo te fue en tu primer dia, Anna? ¿Hiciste amigos? -Dijo la señora James mientras dejaba una bandeja en frente de mi.
- Pues sí, fue divertido a pesar de todo, Señora James. Para ser mi primer dia estuvo algo interesante. -Reí mientras seguia mi camino hacia las mesas.
La tarde pasó rapido, ya solo quedaban 2 clientes en la cafereria, por lo que estabamos terminando de cerrar el local.
-Estoy orgullosa de que te hayas dignado a ir al colegio. No sabes el gran paso que has dado, Anna. Te veo como una hija, y sé que no importa los problemas que vengan, tu ya has podido con todo, hija. - Dijo la señora James tomandome de las manos. - Sé que llegarás lejos.
- Gracias señora James, no sabe lo que esto significa para mi. -Dije abrazandola. Escuchar esas palabras me hicieron sentir mas confiada que nunca. A pesar de todas mis inseguridades, el apoyo de la señora James lo es todo para mi. Sé que estoy en el camino correcto. No sé que haría si no la hubiera conocido.
-Sabes que no me gusta que me llames así, me haces parecer mas vieja de lo que soy -Dijo Riendo. -Dime Alba. Ademas, ya es tarde. Mañana es dia de clases.
Caminé hasta mi casa, ya que la señora James se quedo a terminar de cerrar el local. En el camino solo iba pensando en el gran cambio que he logrado, mi hermana estaría orgullosa de la Anna en la que me he convertido, con toda esta situación que dejo su partida. En definitiva se hubiera emocionado demasiado al contarle sobre Laura y Lucas, sentadas en mi habitacion con una taza de chocolate caliente.
-No sabes cuanto desearía que estuvieras aquí, Jessica. -Susurré para mi.
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Llegar a casa y no escuchar ni un solo ruido me hace pensar la mayoria de las veces que en realidad vivo sola, solo hasta que la imagen de mi madre durmiendo en el sofá saca esa pensamiento de mi mente. Ya era costumbre verla tirada con su respectivo vaso de whisky a un lado al llegar del trabajo. A veces imaginaba que la encontraria al llegar del colegio haciendo la cena y preguntandome sobre cómo fue mi dia. Sin tener que trabajar ni preocuparme de que nos corten la electricidad. Era un mundo que quizás yo no podría tocar nunca.
Tome una manta y cubrí a mama mientras tomaba el vaso de wisky y lo vertía en el lavaplatos. Como ya era obvio, la unica persona que cocinaba en casa era yo, tenía la costumbre algunas veces de cenar en la cafetera y traerle algo a mamá. Me decidí en preparar macarrones con queso, en definitiva ya no aguantaba el sueño. Dejé un poco para mamá y me fui a dormir.
Luego de tomar una ducha caliente, no fue dificil coinciliar el sueño. Aún cuando me dormí pensando en Lucas.
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Imagen: Alba James.
