=Sempiterno= || Momojirou.

"¿Amistad?"

Recuerdo que esa sema no volví a la academia,mi madre solo pedía mis trabajos y se encargaba de entregarlos, mi padre se la pasaba gritandome el cuándo volvería o si planeaba hacer algo de mi vida.

Como siempre, solo me quedaba ignorar.

Sin ganas, un día simplemente desperté, exactamente no con ánimos de ir al instituto, si no que...

Quería verla, hablar con ella y preguntarle cómo ah estado, como si, de un día para otro, me preocupará por ella.

Eso me preocupo,encendió una alerta en mi, yo misma me había prometido no volver a preocuparme por nadie.

Sin pensarlo, tome mi mochila y me puse el uniforme, le grite a mi mamá que iría a la academia a lo cual asintió confundida. 

Fui caminando, si bien quedaba algo lejos, era mejor que aguantar a mi padre todo el camino, pasados unos veinte minutos entre al instituto y busqué mi salón, tomé aire, cerré los ojos y simplemente abrí la puerta.

Abrí lo ojos, y en esos momentos me pregunté, ¿por qué siempre tienen que mirarme todos a la misma vez?, ¿no tienen algo más interesante que hacer?.

Parecía que estuviera repitiendo mi primer día de clases, yo atravesando aquella puerta y todos dirigiendo sus miradas hacia mí, agradecía que esta vez solo fuera por unos cuantos segundos.

Mientras estaba perdida en mis pensamientos y me dirigía a mi pupitre; pude escuchar el como gritaban mi nombre alegremente y casi al mismo tiempo sentí  como unos brazos rodeaban mi cuerpo. Yo solamente recuerdo sentirme petrificada ante tal acción.

-¡Jirou!, pensé que ya no volverías y ya no podría verte.-Recuerdo percibir alivio y felicidad en su tono de voz.

Yo simplemente me mantuve quieta mientras ella me abrazaba como si su vida dependiera de ello.

No sabía que hacer, ya que no estaba acostumbrada al contacto, almenos no con personas que cababa de conocer.

No tuve otra opción más que corresponder aquel abrazo de manera torpe, pensando que en cualquier minuto me llegaría arrepentir de ello.

Pero nunca me arrepentí, ese tacto se sentía tan cálido, siempre lo fue, y nunca me di cuenta hasta el día de hoy que escribo esto.

No recuerdo hacer otra cosa ese día más que mirarla a ella,no hay nada más interesante que contar, tal vez, puedo decir que descubrí algo, aquella tristeza con la que yo  siempre cargaba desaparecia con su presencia.

Siempre estuve feliz con verla a ella.

Puedo decir con orgullo, que ambas nos hicimos amigas aquel día.