Ayer viajé hacia tus pensamientos entrando por tus ojos y bajando por tu precioso rostro. Acampé en tus mejillas con esperanzas de que no llueva sobre mi mojado e intentando dormir con la nana de tu suspiro para soñar que continúo la aventura por el bosque de tu pecho.
Soñé que bailaba junto a los nenúfares de tu piel y que el viaje continuaba de liana en liana, cada vez con más ganas de llegar a aquella montaña, donde la cima es tu corazón.
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Textos que aman
De TodoQuerido lector, me gustaría darte la bienvenida una vez más a una pequeña parte de mi mundo, donde cobra vida lo que surca mi imaginación. Espero que disfrutes de leer mis textos tanto como yo escribiéndolos.