capítulo 13

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He pasado ya 3 horas haciendo llamadas, necesito al menos 1 un Saint para acceder al Santuario, muchos me dejan en espera o simplemente no logro contactarlos, le he pedido a algunos de los trabajadores de mi tío que vigilen a Saga; Esta encerrado, peleando contra si mismo en un aire de suprema melancolía, no quiere salir y mi preocupación es que tomo la carta del suicidio. Tengo que apurarme, el Santuario no esta tan lejos por lo tanto no se me haría difícil ir y venir en poco tiempo.

Hasta que al fin, alguien contestó.

— Señorita, necesito que por favor me ayude, necesito entrar a los registros del Santuario para ayudar a Saga de Géminis.

— ¿Qué paso? — Me responde — Que le pudo pasar para eso.

— No lo sé, lo mas seguro y a lo que apuesto es que este poseído. Necesito buscar una forma de volverlo a la normalidad.

— El Santuario esta vacío, no hay nadie en él, y no lo habrá por años.

— ¿A que se refiere? — Esas palabras me dejaron preocupado, en el borde de un precipicio formado por mis miedos y la presión que tengo sobre mi en este momento.

— Lo mejor será hablar de esto los 2 frente a frente, lo ayudaré, pero necesito una descripción de lo que pasa cuando lo vea.

— Gracias.

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Voy corriendo entre las calles hasta llegar al santuario, entre las horas de viaje que estuve comiéndome los nervios. Al estar frente al Santuario logró divisar una figura femenina, junto a la sensación que me invade el estar cerca de este. Sin armadura no puedo pasar.

— Me Alegra que me ayudaras — Le digo. La mujer porta su armadura de color azul fuerte, con un porte elegante en todas las piezas/que la conformar, su cabello es rubio y sus ojos verdes — Soy Hikaru.

— Alicia Mii Benetoll. — Se presenta. — Dime que paso.

Dicho esto entramos al Santuario recorriendo el camino de los 12 templos zodiacales hasta la cámara de Athena, donde le explicó todo mientras ella me escucha con atención.

— Con que eso paso. Lo mas seguro es que tengas razón de pensar que fue poseído, el Señor géminis nunca tuvo ese tipo de problemas de personalidad.

— ¿Qué puedo hacer? ¿Dónde esta Athena? ¿Existe alguna forma de ayudarlo?

— Claro que la hay,  yo formo parte de la orden de las Saintias, nosotros somos doncellas puras que cuidan de Athena, entre nosotras tenemos posesión de cierto objeto que es capaz de liberar el mal de un alma, lo malo es que si un hombre como tú llegara a posar su mano sobre este perdería su poder y seria un objeto inútil. — Estoy seguro que mi cara muestra desespero al escuchar sus palabras — Lo malo, es que Athena esta muerta — Mi mandíbula cae al suelo mientras parece que toda esperanza abandono mi cuerpo — En este batalla fuimos capaces de sentir cuando el cosmos de la señorita desapareció, entendimos su muerte y al llegar el báculo Nike y su armadura junto a la de las demás de vuelta al santuario proseguimos a seguir sus ordenes de sellar el santuario para que este en paz por unos años hasta que ella vuelva, o toque preparar a la siguiente linea de Saint, en ese caso, seria nuestro trabajo entrenarlos, en de las Saintias y los pocos Saint que quedan alrededor del mundo. De seguro envió a los demás confiando de que tu y tu familia los encontrarán, buscando su retiro.

— ¿Que puedo hacer?

— Te mostrare.

Al llegar a la cámara de Athena, frente a la estatua de la Gran diosa de la sabiduría, un báculo, que imite un brillo enorme y una energía que parece irradiar paz, se pose debajo de este, como si estuviera siendo resguardado por la estatua.

Al llegar a la cámara de Athena, frente a la estatua de la Gran diosa de la sabiduría, un báculo, que imite un brillo enorme y una energía que parece irradiar paz, se pose debajo de este, como si estuviera siendo resguardado por la estatua

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(N/A: No con seguí nada mejor)

Este Báculo tiene la fuerza para ayudarte, liberara al mal dentro del señor Saga y lo destruirá. Te estaré esperando para volverlo a poner en su lugar, ya que este báculo es lo que mantiene el Santuario invisible al resto sin Athena presente, y así vez evita que otro intenten traspasarlo. — Ahora entiendo todo lo que ha pasado, estoy listo para mi misión.

— Gracias, haré mi mayor esfuerzo.

— Te deseo suerte.

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