Pruebas

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Cap. 8

Me quede mirando fijamente la mansión, sin poder creer a mis ojos. Era gigante, tenía unos cuatro pisos de altura, y estaba hecha de piedra blanca pulida, que pasaba fácilmente por mármol, tenia grandes ventanas, y parecía tener una forma, casi cuadrada. Estaba resguardada por una alta muralla hecha de piedras negras, que contrastaban con la mansión.

A la entrada de la muralla, había una puerta gigante, hecha de madera. Parecía Antigua y frágil, pero cuando Dylan la empujo, se abrió fácilmente y sin hacer ruido. Entramos rápidamente y entramos a un jardín, lleno de flores y arbustos, seguimos un camino de piedras, que nos llevaba a la entrada de la mansión.

-Conseguí esta casa hace unos meses, es mi hogar. Vengo aquí después de clases, no se porque, la compre tan grande, en lugar de lo necesario. Pero me pareció apropiada, en caso de que tuviera compañía. Debo avisarles, que el tiempo corre distinto aquí, un día aquí, es un segundo en La Tierra. He faltado lo que aquí es meses, en un día terrestre, sin que pasara nada. Pero no se preocupen. El tiempo aquí no afecta nuestros cuerpos, no creceremos mientras estemos aquí.

- Podríamos estar aquí años, y en la Tierra serian minutos. - dijo Alexandra. - es perfecto.

-Tendremos todo lo necesario. - dijo Dylan mientras entrabamos por largo pasillo que parecía estarse dirigiéndose al centro de la mansión. Cuando llegamos vimos que el centro era toralmente abierto. Era una gran sala circular, con un techo alto, que terminaba en un tragaluz, se podía ver las escaleras y los pisos desde aquí, había tres pisos más. En el que estábamos, tenía lo que parecía una sala, con grandes sillones, que parecían muy cómodos, varios escritorios, con computadoras y una televisión. Además, había dos puertas.

- En este piso esta la sala, que también sirve como centro de reunión. Las computadoras están desbloqueadas y tienen información de las distintas dimensiones y de muchas cosas más. Lo mismo es con la televisión, tiene videos de como funcionan y como son los juegos y las dimensiones. La puerta de la derecha da a la cocina, y la de la izquierda al jardín trasero. En el segundo piso están las habitaciones. En el tercero la biblioteca y por ultimo, en el cuarto, la sala de entrenamiento. Les explicare más de esto, en unos minutos. Primero los llevare a sus habitaciones, donde se instalaran y luego nos juntaremos en la cocina, a las cinco, para comer un poco. - cuando termino de hablar, empezó a caminar a las escaleras y subimos al segundo piso. - Este es mi cuarto - dijo señalando al primer cuarto a la derecha. - Tat, puedes tomar el segundo cuarto y John puedes tomar el tercero. - Cuando termino de hablar, se despidió con la cabeza y entro a su cuarto. Alexandra y yo nos quedamos solos y luego sonreímos. Nos despedimos rápidamente y entramos a nuestras habitaciones.

Cap. 9

Mi habitación parecía estar salida de un hotel. Tenía una cama grande, con varias almohadas. Había un escritorio, una televisión, un closet y el cuarto de baño. Deje mi mochila en la cama y empecé a desempacar. Había traído todo lo necesario y lo fui metiendo en el closet. Al terminar, me dirigí a la puerta del baño. Me mire en el espejo. No parecía haber cambiado, en nada. Seguía con la misma estatura, el mismo pelo café y los mismos ojos verdes. Entonces, ¿porque me sentía distinto?

La cocina era grande, con una mesa al fondo, que supuse, era el comedor. Vi un poco de comida, y note que estaba hambriento. Me dirigí a un estante y saque lo que parecía una manzana. Le di un mordisco y sentí un lengüetazo de fuego en la boca. Escupí rápidamente y me dirigí al lavabo, abrí rápidamente el grifo y empecé a tomar agua. Pasaron varios minutos, hasta que el fuego, del picante, se acabara. Tosí varias veces y cuando por fin termine, vi a Dylan, riéndose de mí.

- ¿De que te ríes? No fue gracioso. - mi voz sonaba ronca después de lo que ingerí.

- La próxima vez, espérame antes de que comas algo. Esa fruta es altamente picante, y solo se usa para condimentar las comidas. Si tenías hambre, ¿porque no agarraste, una de las bolsas de papas fritas de la despensa?

-Quería probar algo nuevo, eso es todo. No sabía, que me iba a comer un chile jalapeño, con forma de manzana.

-¿Qué esta pasando aquí? - pregunto Alexandra, que entraba a la habitación y agarraba una bolsa de papas fritas, que le ofrecía Dylan.

- Señor, quería probar algo nuevo, se quemo la lengua por no esperarnos. ¿No has escuchado el dicho, la curiosidad mato al gato?- ambos se rieron.

- Ha, ha. No me parece nada divertido. - Dylan me tiro una bolsa de papas fritas y la agarre rápidamente. La abrí y empecé a comerlas.

-Bueno, no es divertido. ¿Por qué no empezamos, eh? - dijo Alexandra rápidamente.

-Bueno, siéntense. Empecemos con lo básico. Las pruebas, son la forma, de ver quien se merece, el empujón, entre todos los concursantes. Solo el más listo, o el más fuerte, lo puedo obtener. Así que para demostrar, quien de todos los concursantes, tiene lo suficiente, para ello, se les dará el uso del empujón, durante las pruebas. Una vez descalificados, se les quitara. No se les dará ese uso, hasta el primer día de las pruebas, así que en su entrenamiento, solo aprenderán lo básico y lo técnico. Como no se puede esperar que puedan manejarlo, con nada de práctica de antemano, también se les dará un arma, a su elección, para que puedan defenderse con ella también. No sabrán a que dimensiones los enviaran, hasta que estén en ellas.¿Alguna duda?

- ¿Cómo podremos prepararnos para las dimensiones, sin siquiera saber a cual nos mandaran? - pregunte.

-Nosotros, sus tutores, por así decirlo. Recibimos una lista de posibles dimensiones, a la cual se les podría enviar, una semana antes de las pruebas. Así que tendremos, dos semanas, para practicar el uso de las distintas armas, que se les ofrecerá, y también para entrenamiento físico. La última semana nos dedicaremos únicamente, para aprender de las dimensiones de la lista. Así que tendremos un horario. Se levantaran todas las mañanas a las siete y media de la mañana y se dirigirán a la sala de entrenamiento. Tendremos dos recesos para comer. Y terminaremos a las ocho de la noche. Donde se irán directamente a la cama. En la gaveta del escritorio hay un reloj. Pongan la alarma a la hora que quieran, pero sean puntuales. ¿Entendido? Ahora váyanse, que tendremos un día ocupado mañana.

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⏰ Última actualización: Jun 30, 2013 ⏰

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