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Querida señorita.

Espero que haya disfrutado el té, el té que le ha regalado su majestad, debo admitir que el es pésimo para los regalos.

Lamento si el regalo tenía el nombre de otra mujer que no fuera el suyo.

He escuchado que usted esté tomando clases de arquería y me alegro que lo haga a pesar que muchos nobles vean mal el hecho que alguna dama tomé un arma.

Debo admitir que usted es una caja de sorpresas, usted es una mujer fuerte en varios sentidos.

Le pido que no se desanime con los comentarios de los nobles, se que seré algo repetitivo pero espero que encuentre a alguien que realmente si la aprecie como es, ya que siento que el príncipe no merece a alguien como usted.

Atte: El sirviente de las sombras

Querida Emperatriz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora