El cielo también te sonríe - 10

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"Gustabo"

La chica rubia se sentía extraña, su amigo se veía algo lejano y distraído, le mandaba muy pocos mensajes y bueno para el era extraño ya que sabia que todos los días le mandaba mensajes para ir al trabajo los dos juntos

Y así mismo en el trabajo solamente respondía a ciertas preguntas y aveces lo veía hablar con el viejo pero cuando el se iba y ella le preguntaba que tanto hablaban su superior le decía que era una misión que solo la podía hacer Dan

Una misión para Horacio solo? No comprendía nada, de tanto tiempo que lo conocía sabia que era un blandengue, siempre tenia que estar con el para que no la cagara a lo grande y lo mataran, y eso la preocupaba mas aun

Los días pasaban, uno tras otro sin saber mucho de su amigo, se sentía triste, no sabia era culpa de el, de ese día que lo dedico solo a alegrarlo había hecho algo mal, estaba tan preocupada que hasta su "otra parte" lo había sentido

Estando en la cama boca arriba se dedico a levantarse y decidió de que si el no venia hacia ella pues ella iría hacia el hasta el punto de tenerlo tan cerca que se dieran asco, pero escucho su celular sonar, lo vio desde su lugar y el la pantalla de notificación salía

"Osito – Hola bb tienes un momento?"

Se abalanzo hasta su celular con brillo en sus ojos y con su corazón latia de alegría, le había mandado un mensaje y aunque fuera corto le hacia sonreír

"Mensajes Horacio – Gustabo"

Gustabo

-Horacio me tenias botado

-si si tengo tiempo

Horacio

-perdon bb estaba en una misión secreta

Gustabo

-si de algo así me hablo el viejo y me dijo que no podía acompañarte

Horacio

-si, sabes como es el abuelo

-te mando coordenadas

-ven abrigado

-(coordenadas GPS)

Gustabo

-Voy Guarro! Nos vemos ahí!

Al terminar de hablar con el sentía felicidad y intriga de por que mierda era tan lejos, suspiro y con algo de esfuerzo fue donde estaban sus ropas femeninas sacando una chaquera de cuero negro, una bluza abrigada y  unos jeans azules

Ya en su auto se dirigió a las montañas del norte, precisamente donde se tiraban con paracaídas, cayendo poco a poco el atardecer sintiendo como el viento tocaba su cara con suavidad en silencio, estaba algo nervioso, hace mucho que no veía a su a...

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Ya en su auto se dirigió a las montañas del norte, precisamente donde se tiraban con paracaídas, cayendo poco a poco el atardecer sintiendo como el viento tocaba su cara con suavidad en silencio, estaba algo nervioso, hace mucho que no veía a su amigo y ahora estarían en ese lugar haciendo que cosa

Rubia de ojos Celestes - Gustacio Fem (Terminado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora