que pensabas?

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Que son esas lágrimas, yo no provoque esto, sabes te amaba, pero tus juegos cada vez más  sádicos, solo encendían la llama, de un odio casi venenoso, que corría por mis venas, pero no contenta con eso tus engaños, no soy un juguete, a quien puedes reemplazar así como así, no soy desechable como pensaste, ahora tú caiste en mi trampa, y la presa se convirtió en el cazador, así que sufre por todo tu pecado.

Pequeños Escritos, Reflexiónes Y CartasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora