obsesión enfermiza. ♡higuel♡《hiroxmiguel》

Quedate conmigo.

Miguel últimamente se había sentido muy observado.

Es qué fue algo de últimamente porque para él ,era normal llamar la atención y que las chicas se le quedarán viendo por horas y se acostumbro.

Pero esto sobrepasaba el limite de sentirse observado, sentía esa mirada pesada dónde sea. En el campo de la escuela, en las clases, en sus paseos a la plaza, ¡en su propio departamento incluso! la mirada era pesada pero lo extraño es que no era una mirada incorrecta, es decir. con odio o rencor,  Nada de eso. Era como si simplemente le gustarán observarlo.

Y obviamente le contó a su mejor amigo el chino sobre las extrañas cosas que le ocurrían.

– estas siendo un Paranoico– diagnosticó el azabache tomando un sorbo de su Coca Cola y recargado de la silla en la que estaban del parque.

El moreno hizo un puchero,  pinche wey no le creia. 

– ¡te digo que no es así chino! En la escuela, deje mi guitarra en la mesa ¡¿y sabes dónde la encontré?!–gritó exasperado.

– ...¿en la mesa?

–  EXACTO, ¡pero no como yo la deje! ¡Te juro que me la movieron! Y-y ¡También mi ropa interior se anda desapareciendo! – eso hizo al azabache mirarlo confundido.

– ¿te falta ropa, dices?– dijo fingiendo se extrañado, no le diría que él habia estado saqueando su armario en cada visita desapercibida y que de echó llevaba justo ahora unos boxers marrones con una calavera que anteriormente pertenecían al moreno.

Nop, mejor que no se entere.

– si, y unos compañeros ayer me dijeron que tuviera cuidado que un lunático me anda siguiendo– eso tenso al azabache ¿lo habían notado? Carajo, eso le pasa por no ser más discreto.

– ¿y ye dijeron como se veía? – tenía que asegurarse de que no hayan podido ver más allá de los lentes y gorra...

– pues que siempre anda vestido de un suéter negro, que usa lentes y que es como que más alto que yo, nadie lo reconoce y es muy raro– dijo con molestia a lo que Hamada suspiro aliviado, suerte que la estatura se confunde fácil a la percepción visual ajena.

– bueno,  puede que quizas es un fan que solo quiere llamar tu atención pero es muy tímido para acercarse– en cierto modo no mentía.

__ Hiro - Hamada sintio un pequeño escalofrío al ser llamado por su nombre así de repente y le trajo un recuerdo de hacia una semana donde solo había ruidos húmedos y una foto- se serio, ¿y si intentan hacerme algo? ¿y si me están vigilando para luego clasificarme y secuestrarme y vender mis órganos? ¿y si lo que dijo mi mama Elena acerca de que los gringos son puros locos que solo quieren matar es verdad?- el nipón soltó un suspiro.

– no estamos tan locos,miguel. Y deja de actuar tan ansioso nadie va a vender tus órganos, además por tanta comida picante que comes capaz ya nada de eso sirve. – se burló de su extraña tradición picosa , pero era mentira ya que amaba al mexicano y todo y sus mañas de ponerle salsa picante hasta a la pasta.

– ¡ que grosero! – lo miro indignado poniendo drásticamente una mano en su pecho, cosa que sacó una risita al asiático– ni nos hemos casado y ya me insultas – dramátizo y
Exploto a carcajadas por el chiste que se había echo, golpeándose el muslo en su ataque.

sin embargo el nipon solo se ruborizo y bajo la mirada sintiendo su corazón a mil ¿porque Miguel no se daba cuenta de sus palabras? ¿No veía el impacto que tenían en él? ¿Porque decía cosas así, de repente?

...

¿Como se verían él y miguel casados?

Bueno, Se imaginaba que sería despertar todos los días en brazos del moreno cuando estába sólo y en su habitación. que éste le despertará con un beso de buenos días, se tomarián un baño juntos, saldrían y desayunarian riendo de las ocurrencias del moreno mientras esté le contaba de alguna aventura de su niñez, Hiro trabajaría en su computadora mientras Miguel prácticaria con su guitarra junto a él, en las tardes leerían un rato recostados en la cama con él en el pecho del latino, reiría de los sorpresivos ataques de cosquillas que el moreno le daría, entonces Miguel le cocinaria comidas mexicanas, el moreno le diría bienvenido cuando llegará de patrullar o de trabajar, se preocuparía y lo cuidaría, regañaria si se sobre pasaba con el trabajo pero al final lo terminaría mimando y cuidando, en la noches finalmente harían el amor a veces salvaje o simple tierno para dormir abrazados sin preocuparse de lo que pasa fuera de su círculo del suelo.