No llores, por favor.

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Una persona normal pensaría que la vida era una Mierda.

Un día normal se retorceria de asco al ver las parejas felices.

Hoy no.

Hoy es el chico más feliz del puto universo entero.

¿Porque Hamada estaba tan feliz?

Estaba de camino a la casa de Miguel, del amor de su vida, aunque esté no lo supiera.

La verdad seria la primera vez que entraría con permiso...

Pero ese es un tema para otro momento, se sentía en el cielo, ¿Se podía ser más feliz?

__ Como se que te gustan las gomitas, pasaremos a la tienda y compraremos algunas ¿Te parece?- le sonrió amable Miguel.

Si, la respuesta es si, que lo maten en este momento para así poder morir con tanta alegría.

Después de unos minutos (y un pequeño desvío a la tienda) llegaron a su destino.

Hiro sabia que el departamento de Miguel quedaba en el piso 6 pasillo izquierdo y su número era 214, pero se guardo esa información y siguió Miguel con los ojos cerrados.

Como siempre.

Llegaron y espero ansioso a que Miguel le abriera la puerta, fue mortalmente lento (según el) y entraron con la bolsa de víveres y gomitas.

Hiro quedo fascinado.

El lugar era una pocilga.

__ Lo lamento, no esperaba que nadie viniera y olvide que como había estado estudiando para el examen no había estado pendiente del aseo de mi casa- dijo Miguel rascándose la nuca nervioso, eso enternecio a Hiro y le dio una leve palmada en el brazo.

__ tranquilo, a mi también me pasa con los proyectos de la universidad.- le dio una sonrisa tierna y camino hasta sentarse en el sofa, el cual estaba lleno de ropa del moreno.

La cocina y la sala estaban en un solo ambiente, había una habitación y un baño, era pequeño el departamento, pero el desastre si era grande, había platos sucios en el lavado, ropa tirada por todos lados, zapatos por doquier, había papeles en el suelo echos bola y lápices regados en todos lados.

Hiro sonrió con ternura. Su Morenito era un puerquito.

__ Dejame me cambio, y verás como arreglo todo en un dos por tres._ casi grito Miguel mientras iba a su cuarto.

Hiro se quedo allí, como buen niño, miro todo el lugar a detalle. Había estado elli pero en ausencia del dueño y ahora estaba allí, con su amigo, todo olía bien, todo tenia un poco de Miguel.

Miro a su lado la ropa limpia sin doblar, tomo lo primero que vio, sus mejillas se colorearon cuando un bóxer fue lo primero que toco.

*Vaya suerte* pensó sonriendo, obviamente ya había anteriormente saqueado el vestuario de su moreno, pero ahora la cosa era diferente ¿Porque? Porque estaba allí a lo legal, porque estaba allí con Miguel y se quedaría.

Con una sonrisa boba tiro de la liga de los interiores de Miguel y la lanzó a algun lado, justamente cuando el moreno apareció con una ropa más cómoda.

__ oye, mi ropa interior no es un juguete- se quejo con gracia, el mayor solo sonrió juguetón.

__ pero vamos, que tan grande la tendrás para entrar en esos calzones- se mordió levemente el labio reprimiendo su imaginacion porque aunque se burlaba de verdad tenia curiosidad.

__ no me vengas con tus homosexualidades chinito- se burló sin embargo Hiro solo lo miro- dime, ¿No traes ropas verdad? Disculpa por haberte secuestrado así pero sentía que... no querías estar solo, y como dijiste que la señora Cass estaría pensé que hacer una pijamada estaría bien- murmuró apenado.

obsesión enfermiza. ♡higuel♡《hiroxmiguel》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora