Lookalike/ Chalex

3. ɴᴜᴇᴠᴀꜱ ᴘᴀʀᴇᴊᴀꜱ.

Después de la ruptura, Alex se encontraba roto, realmente le hubiera gustado tener una relación más larga con Charlie, aún lo amaba pero sabía que era lo mejor para ambos.
Después de Charlie, todo era soledad y oscuridad para Alex, se encontraba desanimado y sin ganas de absolutamente nada, le faltaba algo, le faltaba él.

Alex se volvió un chico solitario, no convivía con prácticamente nadie de la universidad, la única persona con la que hablaba era su compañero de cuarto, Daniel, un chico de rizos chocolate y ojos esmeralda.

Al principio Alex se rehusó a tener cualquier tipo de interacción con el rizado, lo ignoraba o simplemente era seco, pero Daniel era un chico muy carismático que nunca se daba por vencido, aparte de que desde  que conoció a Alex se sintió atraído hacía él, sin embargo nunca había  intentado algo ya que respetaba su relación con Charlie pero ahora tenía el camino libre.

Poco a poco las cosas se fueron dando entre ellos, Alex necesitaba a alguien y Daniel estaba ahí para él, el rizado complementaba a Alex de cierta forma, logró que saliera de su cuarto, que conociera nuevas personas, logró  que hiciera cosas que tal vez no hubiera hecho sin él,  pero el hecho de que lo complementara no significaba que hubiera olvidado o dejado de amar a Charlie, su corazón siempre iba a pertenecer al menor, siempre lo iba a querer de vuelta incluso cuando dijiera lo contrario.

— Voy a salir con mis amigos, ¿quieres venir?— le preguntó el rizado.

— Me encantaría pero no quiero que tus amigos crean que soy como un chicle que siempre está pegado a ti.

—Alex— le miró  de manera acusadora por decir aquello— ellos no van a pensar eso, ellos te aman y lo que es más importante, yo te amo— dijo Daniel para dejar un pequeño beso en los labios de el chico.

—Yo también te quiero— el no podía corresponder es "yo te amo", Alex no estaba listo y no sabía si algún día  lo estaría.

—¿Puedes esperarme afuera?, tengo que hacer algo antes de irnos.— Preguntó  Daniel

—Claro, nos vemos abajo.

Alex bajó pensando en lo que ocurrió, él no podía corresponder aquello, pero por más egoísta que sonará, lo necesitaba, no podía simplemente terminar con él. Llegó  a abajo y se dispuso a esperar al rizado recargado en su carro frente a la universidad.

— Cariño, ya estoy listo— dijo Daniel y  le dio un beso pequeño pero lleno de amor.

— Que bueno, ya me estaba pensando en regresar a la habitación y volver a la habitación — dijo y se rieron ambos chicos.

Alex sentía  una mirada sobre él,  se sentía observado, así que volteó a ver en dirección  a la universidad, definitivamente alguien lo estaba viendo, alguien que no esperaba ver en ese lugar, alguien a quien le rompió el corazón, la razón de que no pudiera corresponder a Daniel.

Estaba impactado, era como ver a un fantasma, todo era contacto visual y un silencio incómodo,  no sabía si debía  escapar o si debía quedarse ahí  y afrontar las consecuencias de lo que había hecho, no sabía que hacer o decir , estaba petrificado, por un momento se olvidó de que Daniel estaba detrás suyo, mirándolo con gran preocupación.

El silencio comenzaba a doler y parecía eterno pero de un momento a otro fue roto por un murmullo de parte de el menor.

— Alex— murmuró el chico.

—Charlie— dijo Alex casi de forma automática.