No me olvides [Borusara]

capitulo 11: papá

Después de la llamada, en la cual Sarada se enteró de la terrible situación que pasaba Boruto; esta se sintió un poco culpable al no poder estar ahí, sabía cuánto se querían los dos hermanos.

Pero se dio cuenta de que estando apenada por eso no resolvería nada, así que se dirigió hacia sus maletas y procedió a desempacar todo lo que había traído para acomodarlo en el Walking closet. Al terminar, se dio cuenta de que casi la mitad del closet se encontraba vacía, pero Sarada no se preocupó por el espacio vacío; ya que su madre le había dicho que al siguiente día iban a ir de compras.

Luego camino en dirección a su cama, se sentó en la orilla y se puso a pensar. Intentaba conectar todo lo que estaba pasando. La condición de su padre. La situación en la que se encontraba Boruto. Este cambio tan drástico que había ocurrido en su vida. Pero de pronto, recordó que antes había logrado intercambiar números de teléfono con la chica que había conocido en el avión, Sumire… Entonces decidió escribirle para intentar despejarse.

Sarada: ¡Hola Sumire! Soy Sarada…

Sumire: Hola Sarada ¿Cómo has estado?

Sarada: He estado bien ¿y tú?

Sumire: También he estado bien, aunque un poco nerviosa porque la siguiente semana empieza la preparatoria

Sarada: Cierto… ¿a qué preparatoria vas a ir?

Sumire:  ...A una de élite, mi madre quiere que estudie mucho, pero por desgracia soy muy mala al momento de estudiar. Si mal no recuerdo, la preparatoria se llamaba Maukish

Sarada: Oh. Por un lado, suena interesante, pero por el otro, un poco estresante por los distintos cursos.

Sumire: Exactamente… ¿Y tú, todavía no sabes a que preparatoria vas a ir?

Sarada: Bueno, tengo los libros que voy a utilizar… de seguro ahí dice el nombre, pero no me he fijado.

Sumire: ¿Puedes fijarte? Porque puede que estemos en la misma o tal vez en distintas
preparatorias.

Sarada: Si… Espérame un momento… ¡Aquí lo tengo!

Acabado la llamada… Sarada, con el teléfono en mano, se levantó de su cama y se fue caminando en dirección a su escritorio, dónde estaban los libros. Al llegar, pudo ver que, en cada uno de los libros, en la parte superior derecha había un logo en forma de dos alas encima de un círculo de color dorado, y que sobresalía una llama de fuego color celeste que iba desde la base del círculo hasta casi un poco más de la mitad. Debajo del logo decía el nombre… “Maukish Preparatory”. En ese momento, Sarada se dio cuenta de lo afortunada que era, asistiría en la misma preparatoria que Sumire; se sentía menos nerviosa, al menos tendría alguien con quien pasar el rato y no estaría sola.

Inmediatamente Sarada tomó su celular y le escribió a Sumire mientras caminaba nuevamente en dirección a su cama; con ganas de darle la buena noticia a su nueva compañera de clase.

Sarada: Sumire, tengo buenas noticias

Sumire: ¿Qué es? ¿Averiguaste en que preparatoria estás?

Sarada: ¡Sí! Estamos en la misma.

Sumire: Que bien, es como si el destino hubiera querido que seamos muy buenas amigas…

Sarada: Tienes toda la razón

Sumire: …Mi madre me está llamando para que la ayude con algo. ¿Te parece si continuamos hablando otro día?

Sarada: Está bien.

Sarada, después de terminar la llamada, pensó en comunicarse con Boruto, quería saber cómo le estaba yendo con lo de encontrar a Hima; pero antes de presionar el icono de llamar, se dio cuenta de que tal vez al llamarlo lo pondría más tensionado de lo que ya estaba, así que desistió con la idea. Dirigió su mirada hacia la hora de su teléfono y pudo ver que eran las 11:00 pm, hora en la que le pareció muy tarde; por lo que, decidió alistarse para ir a dormir. Pero antes de ello, tuvo miedo de que tal vez todo esto sea simplemente un sueño… todo lo que le estaba pasado lo parecía irreal.

—Al siguiente día—

Eran alrededor de las nueve de la mañana, cuando se podían percibir fácilmente los rayos de sol entrando por la mampara de la habitación de la pequeña Uchiha, lo que hizo que esta se despertara. Al abrir los ojos, vio que se encontraba en la misma habitación en la que se había dormido el día anterior, indicando afortunadamente que todo lo que había pasado… No era un sueño. Entonces prosiguió a lavarse y cambiarse de ropa para bajar a desayunar. Se puso unos shorts color azul, junto con una blusa con mangas de campana de color blanco. Notaba que el ese día sería caluroso.

Antes de bajar a desayunar Sarada se preocupó por Boruto, aún no había tenido noticias de él desde el día anterior; entonces decidió llamarlo para saber si al fin había logrado encontrar a su hermana, pero al momento de llamarlo, en vez de escuchar la voz de su novio, se escuchaba un “lo sentimos, el número al que está llamando no está disponible”. Sarada empezó a preocuparse, llamó varias veces, pero en todas aparecía la misma voz diciendo lo mismo. Lo que hizo que Sarada pensara en las múltiples posibilidades de lo que le haya pasado. Ella se encontraba en lo suyo cuando de pronto escucha como alguien tocaba la puerta y una voz sobresalía desde afuera.

Jeff: Señorita Sarada, vengo a avisarle que su madre la está esperando en el comedor.

Sarada: En un momento voy…

Salió de la habitación, todavía en su mente pensaba en Boruto. Bajó las escaleras en dirección al comedor. Al llegar vio que su madre estaba sentada en la silla principal del comedor. El ambiente se sentía menos despreocupado. Recordó que luego del desayuno irían de comprar y posteriormente a visitar a su padre. Se sentó al costado de Sakura.

Sakura: ¡Buenos días! ¿Dormiste bien?

Sarada: ¡Buenos días a todos! Si, la cama es muy cómoda, tuve un buen sueño.

Sakura: Que bueno que te gusto la habitación… El desayuno ya está servido, al terminar iremos de compras y después a donde quedamos, creo que lo que más quieres es volver a ver a tu padre en todo este tiempo a sí que compraremos rápido.

Sarada: Si, ha pasado mucho tiempo desde que lo vi…

Sakura: ¡Provecho!

Mientras estaban comiendo, se podía notar fácilmente que Sarada estaba preocupada por algo así que Sakura le pregunto.

Sakura: ¿estás bien, Sarada? Luces preocupada.

Sarada: lo que pasa es que… *le cuenta la situación en la que se encuentra Boruto*

Sakura: ohh… es terrible. Espero que la pequeña Himawari este bien.

Después de desayunar, las dos se dirigieron a la entrada en donde las estaba esperando el auto. Las dos entraron y se dirigieron al centro comercial.

Al llegar, Sarada se dio cuenta que no era como los centros comerciales a los que había ido en japón, este era mucho más grande y decorado de una forma mas moderna y elegante. Como ya lo habían planeado, realizaron todas las compras rápidamente. Al terminar se dirigieron nuevamente al auto y ahora si se dirigieron a su destino más importante que tenían planeado.

—25 minutos después—

Durante todo el camino Sarada y Sakura han estado teniendo una plática normal entre madre e hija, se dirigían al hospital a visitar a Sasuke para que Sarada pueda ver finalmente a su padre.

De un momento a otro, el auto se detuvo en frente de un hospital y como siempre, el chofer se bajó primero del auto y procedió a abrirles la puerta a Sakura y Sarada

Frente suyo, había un hospital que a simple vista se notaba que era lujoso, con la estabilidad económica que suponía que tendría su madre, no se preocupó por ello. Un doctor los esperaba en la puerta del gran edificio. Saludo a Sakura estrechando manos como es común en América, en cambio, como de costumbre ella hizo una reverencia. El doctor se puso en marcha hacia la habitación de Sasuke. Cada paso por el hospital, Sarada quedaba impresionada por la arquitectura y la gran diferencia que había con uno en Japón. Poco a poco, sentía que su corazón se aceleraba. Hacía mucho tiempo de que no veía a su padre. Se sentía nerviosa, pero estaba con su madre y sabía que su padre estaba en las buenas manos de los doctores.

Llegan a la puerta de la habitación… Sakura toma la mano de su hija y le dice que respire profundo… El doctor procede a abrir la puerta…

Sarada: Papa…

Continuará...