CAP. 2 / NO TENGO NADA

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(Elizabeth)

Como todo adolescente odio ir a la escuela, en éste caso la preparatoria, es muy… aburrida pero no puedes decirles que no irás a tus padres…

Hoy era un día común y corriente como todos los demás días, hasta que… !!!sorpresa¡¡¡ un chico nuevo en mi salón.

En su primer día se sentó a lado mío y como no tenía amigos lo invite a juntarse con mis amigas, él es muy divertido, es guapo, es gentil, es amigable, por cierto su nombre es Oliver, con el paso de los días nuestra amistad creció y creció hasta hacernos mejores amigos.

Nunca quise aceptarlo pero creo que Oliver me agrada más de lo convencional, creo que Oliver me gusta… [suspiro]

Nunca tuve y nunca tendré la fuerza para decirle a Oliver que me gusta y menos ahora que tomaremos caminos diferentes, terminando la preparatoria me mudare a una nueva casa que compraron mis padres y nunca lo volveré a ver.

(Dos año después)

Ayer fue mi clausura y el último día que tuve para ver a Oliver por última vez, siempre lo llevaré en mi corazón como mi primer amor, quizás algún día lo vuelva a ver y si el no tiene pareja y esto que siento sigue aquí le diré lo mucho que lo amo.

...

Hoy estoy viajando hacía mi nuevo hogar, nueva casa, da lo mismo, no es muy grande el lugar pero está cerca de la ciudad y de una playa, así que tendré con que entretenerme.

Había decido con mis padres lo que iba a hacer de mi vida una vez que saliera de la preparatoria y en verdad no sé que hacer, me tomé un buen tiempo para pensarlo bien, eso les empezó a molestar a mis padres que de la nada empezaron a recordarme cada día, cada noche a cada hora que debía de decidir si continuar mis estudios aquí o en otro lugar o empezar a trabajar y recibir un pequeño apoyo económico de mis padres para vivir mi vida en la ciudad buscandome y buscando que hacer.

… [llegó la noche y todos se fueron a dormir]…

... [se oyen pajaritos por el amanecer]...

Despertando sólo para verme al espejo y darme cuenta que sigo siendo yo, desearía ser alguien más y no tener que decidir sobre nada.

Todos los días son iguales pero hoy se siente diferente de todos los días, como cada día me levanto, voy al baño y me enjuago la cara para despertar por completo y bajo a desayunar lo que prepare mi mamá.

Pensé que el día iba a ser perfecto hasta que llegó mi papá que había ido a comprar o algo así, ya sabes lo típico, lo de siempre, sermón y más sermón, realmente estoy harta de todo y de mis padres.

A partir de mi salida de la preparatoria todo lo que hacía y si no hacía nada estaba mal para ellos, no podía darme el lujo de descansar, ni de aquivocarme una sola vez en mi vida, todo, absolutamente todo lo que hacía estaba mal según ellos.

Ese fue el día en que decidí dejar todo atrás, a mi familia y hacer mi camino, mi vida.

Lo primero fue recojer mis cosas, el día, el único día en que decidían ir los dos juntos al hospital o no sé a donde.

Después de haber recogido mis cosas decidí dejarles una carta para que se quedarán tranquilos:

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“Queridos padres, sé que me quieren pero he tomado una decisión, gracias a mis ahorros y a el dinero que me dio papá podré llegar a la ciudad y rentar una habitación, espero que no haya ningún resentimiento de mi repentina decisión, volveré, quizás en unos meses o tal vez el siguiente año pero volveré y espero que me sigan queriendo y esperando con los brazos abiertos.

             Atte: Su hija Elizabeth.
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… [Una semana después] …

Llegué a la ciudad más cercana y renté una habitación con el dinero que tenía, sabía que el dinero se iba a acabar en algún momento por eso necesitaba un empleo, después de buscar tanto por fin encontré uno, no había mejor trabajo que el de tratar con flores, así que trabajar en una florería fue genial, nunca fuí mala para hacer amigos así que rápidamente me lleve bien con mi compañero de trabajo Daniel.

Todo en verdad había mejorado, había decidido vivir en la ciudad pero lo que debía hacer era decircelos a mis padres, así que de imprevisto tomé un taxi directo a la que era mi casa con unas ganas inmensas de decircelos pero al llegar todo se había ido, de ver la vida a color todo se volvió gris.

Al llegar a mi casa, a mi antigua casa note un gran moño negro en la puerta.

Un vecino que pasaba me abrazó y me dijo que lo sentía mucho, ¿sentir qué?, ¿de qué habla?.

Entré a la casa y no podía pensar, trate de asumirlo pero era algo imposible de pensar y de que fuera cierto, trate de mantenerme de pie pero no pude, caí al suelo y aunque no quería, y fuera casi imposible lo dije:

-Mis padres han muerto.-

Sin poder pensar en nada llegué a lo que era mi cuarto y entré al baño para mojarme la cara y unas lágrimas salieron.

[me miro en el espejo de baño] -Lo siento, yo siempre los voy a querer, lo siento tanto pero nunca podré disculparme de verdad.-

Mis padres habían ido al hospital el día en que me fuí, lo recuerdo, ahora ya no hay nada, yo nunca les dejé un número y nunca les llamé.

Levanté la cabeza y me miré al espejo, me miré y cerré los ojos.

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