Su nombre era Liam.
Era un pequeño niño risueño, con cabellos castaños y ojos llenos de alegría y amor.
Su madre al verlo por primera vez, aseguro que siempre sería la Luz de su vida.
Fue una lástima que su padre no pensara lo mismo.
[...]
Cuando el pequeño Liam cumplió los cinco años de edad, fue la primera vez que se sintió distinto al resto de los niños.
Tenía amigos, por supuesto, pero no se lograba sentir tan cómodo con ellos como con sus pequeñas amigas.
Mientras que los chicos jugaban a empujarse y pelearse unos con otros, él pasaba sus recesos con sus compañeras jugando a las muñecas.
Las cosas que los adultos creían para niños, no le interesaban tanto como las que se denominaban para niñas.
Y eso lo hacia sentir diferente.
Mamá siempre le decía que eso estaba bien, que no ser como el resto de los niños no era malo, que él era especial a su manera.
[...]
A los siete años se probó su primer vestido.
Una de sus mejores amigas lo había invitado a su fiesta de cumpleaños, el detalle era que debía ir disfrazado.
Emocionado, partió junto a su madre a la tienda de disfraces, al llegar al establecimiento, miles de atuendos en pequeños y grandes maniquíes llenaban de color el lugar.
Camilia le mostraba distintos disfraces que podrían asentuarle muy bien, desde un payaso, hasta un pequeño pez.
Pero ninguno le interesaba, entonces tomó la decisión de buscarlo por cuenta propia.
Recorría los distintos pasillos de la mano de su madre, observando cada uno de aquellos atuendos, aún sin que llamasen su atención, hasta que al girar su pequeño rostro en dirección contraria, lo vio.
Un pequeño vestido de princesa yacía en un maniquí sobre una mesa.
Corrió con felicidad hasta llegar a él, mientras su madre hacía lo mismo, gritándole que la esperara, sino iba a perderse.
Liam tocó el vestido con la punta de sus pequeños dedos, la emoción y la felicidad irradiaban en sus lindos ojos marrones, al parecer, ese era el indicado.
Esta de más decir que la fiesta fue un desastre, pues los demás niños se burlaron de él, pero eso no le molestó, seguía feliz con su pequeño disfraz de princesa, y eso era todo lo que importaba.
[...]
Con nueve años recién cumplidos, su cuerpo comenzaba a incomodarle.
Al mirarse en un espejo, empezaba a odiar lo que veía, amaba su cabello corto, eso era cierto, pero sentía que todo lo demás estaba mal.
Siempre pensaba que estaba en el cuerpo equivocado, que ese no era su verdadero yo, y era demasiado frustrante porque no sabía que le ocurría.
Estaba asustado, el miedo invadía su mente, solo quería sentirse normal, ser quien en verdad era, y cada que creía que lograba hacerlo, su cuerpo le recordaba que no era así, que jamás lograría ser aquello que tanto anhelaba.
Quizá para un adulto eso era tonto, simples caprichos de un niño, pero para él, era todo lo contrario, el problema no solo era con su mente y su cuerpo, sino también con su ropa.
Las camisetas con estampados de súper héroes que alguna vez fueron sus favoritas, ahora las detestaba, porque lo hacían sentir demasiado incómodo.

ESTÁS LEYENDO
Trans-girl // Lumity
FanfictionLa historia de como poco a poco, Amity va enamorandose de Luz, una chica trans. AU basado en el mundo humano, sin magia, brujas, ni aquelarres. La historia es de mi completa autoría. Los personajes no me pertenecen. Capítulos cortos