Mario volvió a su casa con una extraña mezcla de sensaciones. Estaba feliz porque amaba a Marco y él lo amaba también. Porque habian hecho el amor con tanta emoción que se sentia pleno. Pero también sentía tristeza porque tenía que volver a su vida habitual. Y lo que era peor de todo: tenía que enfrentar a Ann y no sabía qué decirle para no herirla. Y tendría que mentirle, como siempre.
Mario habia pensado mil veces en esa situación. Mentirle a Ann no era lo que él quería. Ella era una mujer excepcional. Era bonita, era compañera, era muy reservada y, lo más importante, no le reprochaba nada. Mario sabía perfectamente que él no era el novio ideal. No porque no estuviera siempre a su lado o porque no cumpliera con su papel de novio, sino porque nunca le habia entregado su corazón. Ya tenia dueño...siempre lo tendría. Y algo que siempre se preguntaba íntimamente era porqué ella nunca le había reprochado nada. ¿Sabría ella que él no le pertenecía en absoluto? ¿Estaba con él porque era muy conveniente para su carrera de modelo? ¿Tendría a alguien más ella también a quien amar y por eso nunca le pidió a Mario que estuviera más comprometido con la relación? Mario sintió un poco de culpa al pensar que Ann sólo estaba con él por conveniencia. Pero hubiera deseado que así fuera, para no sentirse tan miserable mintiéndole a cada minuto.
Su pensamiento se interrumpió cuando sonó su celular: un mensaje de texto de Ann que preguntaba dónde diablos estaba. "Maldición, no compré nada" , pensó Mario antes de bajar de su auto y entrar a su casa. No respondió el mensaje porque ya estaba entrando a su casa. Algo se le ocurriría para decirle a Ann.
-Dónde estabas Mario? Estaba preocupada por ti!- dijo Ann besándolo en su mejilla.
-Salí a dar unas vueltas..no me sentía bien -dijo Mario apartándola suavemente. Sabía que olía a otra cosa. Olia a Marco. Olía a verdadero amor.
-Ok, pero tendrías que estar preparando todo para ir a Doha. ¿Cuándo están convocados para el vuelo? - dijo Ann, casi sin demostrar que se habia dado cuenta que Mario le estaba mintiendo. A Mario le extrañó que ella no le preguntara qué habia comprado, o no lo interrogara más sobre su ausencia. ¿Acaso no estaba preocupada? ¿Era su indiferencia algo normal?
-Mmmhh...mañana partimos- respondió Mario, y eso le recordó que estaría nuevamente lejos de Marco y su pecho se retorció de dolor. Podía "escaparse" desde Munich hasta Dortmund con un par de excusas y manejando como un demente, sólo para ir a besar a su amado. Pero no podría hacerlo si estaba en Doha!. "Maldición", pensó nuevamente.
-Bien, tendrías que preparar todo, yo puedo ayudarte...-dijo Ann.
Mario se dirigió al baño y abrió la ducha. Tenía que borrar todo rastro de Marco en su piel. Antes de entrar a la ducha, desnudo y mirándose al espejo, recordó la piel de Marco. Su propia piel oiía a él. No hubiera querido quitarse ese olor nunca más... Entró en la ducha para confundir sus lágrimas con el agua..."Te amo Marco", pensó llorando.
Cuando salió del baño, Ann estaba terminando de preparar sus bolsos, guardando ropa y otras cosas. Mario sintió culpa nuevamente por esa situación. Se quedó mirándola mientras ella iba y venia con las cosas, secándose el pelo con la toalla.
-No es necesario que hagas eso, Ann -dijo Mario.
Ann dejó de hacer lo que estaba haciendo y se paró frente a Mario. Lo miraba seriamente. Mario sintió miedo por lo que ella le diría.
-Mario, puedes decirme que diablos te pasa?-le dijo Ann en voz muy baja.
-¿Por qué? No me pasa nada! -Mintió y desvió su mirada. "Me pasa que amo a Marco" no hubiera sido una buena respuesta para Ann.
-Has actuado muy extrañamente desde hace algún tiempo y no he querido molestarte preguntándote qué sucedía. Pero ya no puedo seguir actuando como si no me diera cuenta de lo que te pasa! - dijo Ann subiendo el tono de su voz. - ¿Puedes decirme qué te pasa? ¿No tienes confianza en mi para contarme? ¿Es sobre nosotros? ¿Es algo en el equipo? Puedes contarme lo que sea! -dijo ahora acercándose a Mario y rodeándole el cuello con sus brazos tiernamente.
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En lo más profundo de mi corazón.
FanfictionMario y Marco se amaron desde el primer minuto en que se conocieron. Siguen amándose pese a los kilómetros de distancia que los separan... Esta es una historia de ficción (ficción?) sobre la actualidad de Gôtzeus.