Ahí estaba yo recargado en el capo del auto de mi amigo, siendo espectador de una patética pelea de novios, ¿o ex-novios? Como sea.
Edwin era un gran hijo de puta, desde que llego al instituto no ha parado de besar a Camila aun cuando el tiene novia o eso era hasta ahora. Hanna había llegado y presenció la escena y no han parado de discutir.-Eres un imbécil, bastardo -le dijo esta golpeándole el pecho, él muy cabrón solo se reía.
-Podemos olvidarlo y a ser de cuenta que no paso nada -eso era el colmo del cinismo.
-Todo el maldito verano te la pasaste con esta tipa -dijo señalando a Camila- mientras yo no estaba ¿y me dices que lo olvidé? Eres un cínico, veté al diablo -la chica se dio la vuelta y comenzó a caminar.
-Si esta conmigo es por que no le gustan las mojigatas -grito Camila, haciendo que Hanna volte a verla, la mira de píes a cabeza.
Su amiga quien se encontraba a su lado intento a ser que siguiera caminando, pero ella se resistió y le contesto.-Prefiero ser una mojigata a alguien como tu que parece recién salida del burdel -las carcajadas no se hicieron esperar- hasta Edwin te confundía con las mujeres de las calles ¿o estoy mintiendo Edwin -dirigió su vista hacia este, quién la miraba con la mandíbula apretada.
Hanna le dio la espalda para continuar con su camino.-Mejor ocupa esa boca para otra cosa -le grito Edwin- sabes hacer buenas mamadas.
Sin siquiera voltear se o detenerse, levanto su mano derecha y alzó el dedo meñique.-Cariño te equivocaste es el de en medio -le dijo Alan, un chico del equipo de fútbol.
-De ese tamaño la tiene y ni cosquillas hace -todos rieron a carcajadas.
La chica emprendió su camino junto con su amiga quien se iba riendo. Había ganado, los dejo sin palabras y yo, yo estaba sonriendo como un idiota aun cuando la victoria no fuera mía, esa chica se merecía aplausos y ovaciones.Chase me golpeó el costado con su codo, fue hasta entonces que me di cuenta que había seguido a la chica con la mirada, este me hizo una seña con la cabeza y dirigí mi vista al frente donde se encontraba Edwin sosteniendo la mano de Camila.
-Mi basura es reciclable -dirigió su mirada hacia las puertas del instituto por donde segundos antes había entrado Hanna- puedes reutilizarla y usarla como quieras, son solo sobras -dicho esto comenzó a caminar junto a Camila.
Solo negué con la cabeza y aun con la sonrisa en el rostro.-Vamos -dijo Chase y emprendimos el camino .
Después de pasar por nuestros horarios, nos dirigimos a nuestras clases yo a historia y él a biología. Antes de ingresar al aula me dirigí a los sanitarios, mire en los cubículos asegurándome de que no estuviera nadie, saque de mi mochila la bolsita y la abrí. Introduje mi dedo meñique y dirigí un poco de su contenido a mi nariz, la aspiré y cerré mis ojos, necesitaba relajarme antes de empezar el martirio de las clases.
Al entrar al salón me percate de que todas las mesas estaban ocupadas, a excepción de una la cual se encontraba en el rincón, era perfecta para mi ya que no me apetecía sentarme con nadie más. Tome asiento y saque mi celular junto con mis audífonos y me dispuse a escuchar música mientras llegaba el profesor.
Ya habían pasado 10 minutos y el profesor aun no llegaba, estaba festejando interior mente por la hora libre que tendría cuando la puerta se abrió, y el profesor hizo su aparición, a lo cual solté un suspiro de resignación, pero detrás de él entro también Hanna, al parecer lo de estar solo no iba a ser posible.
La chica escaneo el salón con la mirada y en cuanto vio el lugar vacío comenzó a caminar, pero no había dado ni tres pasos cuando se detuvo en secó, su mirada estaba puesta en mi, hasta entonces callo en cuenta que seríamos compañeros de mesa.
-¿Señorita Cooper, se piensa quedar parada toda la clase? -preguntó el profesor haciéndola reaccionar.
-No profesor -retomo su camino hasta llegar y tomar asiento junto a mi.
Al termino de la clase emprendí mi camino para dirigirme a la siguiente, estaba por ingresar cuando mi camino fue interrumpido por alguien y lo peor es que ese alguien era nada mas y nada menos que Hanna Cooper. Ella al darse cuenta soltó un suspiro pero no romántico mas bien fue de fastidio, le se di el pasó para que entrara primero.
Camine detrás de ella hasta que se detuvo provocando que chocara con su espalda, ella se tambaleó pero fui rápido y la detuve tomándola de la cintura. Al levantar la vista hacia mi pude ver su rostro rojo por supuesto que era de vergüenza, por que estuvo apunto de caer frente a toda la clase.
-Gracias -dijo, a lo que yo asentí liberándola.
Mi vista se dirigió de nuevo a las mesas y fue cuando me percate del por que se había detenido.-Creo que nos tocara sentarnos de nuevo juntos -comentó encogiéndose de hombros, yo solo asentí y comen se a caminar tras ella para sentarnos en la ultima mesa del rincón, esta vez fue ella quién se sentó pegada a la pared y yo a su lado.
La clase comenzó y ninguno dijo nada. Parecía como si el destino se empeñara en juntarnos y eso no me agradaba en lo absoluto.
Al finalizar la clase me detuvo antes de que me parara.
-¿Puedo ver tu horario? -la mire sin entender del todo, pero volví a abrir mi mochila para sacar el papel y tenderse lo. Comenzó a observarlo y compararlo con el suyo, resoplo para después devolverme mi horario.
-Bien, gracias -tomo sus cosas y me puse de pié para que pudiera salir- nos vemos en la siguiente clase -y emprendió marcha hasta la salida.
Al final del día en la única clase en la que no coincidimos fue la última y por suerte tampoco la vi en el recesó, lo cual me pareció extraño, lo peor es que Edwin volvió a sentarse con nosotros pero esta vez traía compañía Camila.
ESTÁS LEYENDO
ROSAS PARA JOSEPH.
Подростковая литератураJoseph tiene problemas emocionales, viene de una familia "fallida", donde él ocupa el lugar de la oveja negra. Pero todo cambia el primer día, del ultimo año de instituto, específicamente, en el estacionamiento, donde es testigo del rompimiento de u...