La semana avía transcurrido "normal", dentro de lo que cabe, pues al parecer Hanna y yo casi en todas las clases a excepción de los lunes, jueves y viernes que teníamos una o dos cases diferentes.
Era viernes y me encontraba en el estacionamiento sentado sobre el cofre del auto de Chase, quien de igual forma estaba junto a mí, este platicaba animada mente con Edwin, Sam y otros chicos del equipo de fútbol americano del cual Edwin era mariscal. Camila estaba entre sus piernas atenta a lo que decían, mientras yo solo escuchaba musica con mis audífonos puestos.
Dirigí mi vista hacia el auto que se estacionan del otro lado, de el bajo Hanna junto con su amiga y comenzaron a caminar dirigiéndose hacia la entrada de la escuela, hasta que una voz las hizo detener.
-Hey mojigata -Camila gritó- deja de mandarle mensajes a mi novio, él no va a regresar contigo.
Hanna se giro, pese a los jalones de su amiga que pretendían ser sutiles.
-Te ves tan patética diciendo " mi movió" -hizo comillas con los dedos- en cualquier momento te va dejar y sobre rogar, querida yo no ruego, quien manda mensajes y hace llamadas es él -señala a Edwin- así que reclamale a él e informante bien, para que no quedes como tonta.
Dio media vuelta y cuando pretendía emprender su camino Edwin habló.
-Ya quisieras que te rogará -ella no se volteo, pero estaba parada escuchando- no te has visto en un espejo, nadie querría andar contigo, yo solo te hice el favor.
La vi apretar sus manos hechas puño y después girarse para comenzar a caminar hacia él
-¿Favor? -pregunto- ¿tu me hiciste el favor?, aquí quien hizo el favor fui yo , sin mi -se señalo- no eres mas que el mariscal de campo sin cerebro, él que tiene materia fecal en vez de materia gris, lo arruinaste y te apuesto que tus calificaciones no subirán este año.
-Bravo -comenzo aplaudir- la gata saco las garras -quise golpearlo pero me contube- ¿es lo único que puedes decir para defenderte? Para ser tan inteligente como presumes no tienes mas argumentos -no respondió, su mirada estaba fija en él- por que no vas y les un librito de esos de los que tanto hablabas, ve a estudiar encierra té en la biblioteca, te sale bien.
Hanna no se contuvo y le golpeo la cara, fue tan fuerte que todos jadearon al escuchar el eco. Edwin se enderezó haciendo a un lado a Camila y se acerco a ella de forma amenazante y con los ojos fijos en ella. Estaba furioso, las venas de su frente se botaron, a sus costados sus manos hechas puños, y con los dientes apretados. Me enderece en mi lugar y metí las manos en los bolsillos delanteros de mis jeans, no iba a permitir que la tocara, podía estar furioso pero el se merecía ese golpe.
Hanna me miro de reojo, comprendió que estaba dispuesto a meterme si el intentaba algo más, volvió a clavar la vista en él.
-No vuelvas a ponerme una mano enzima.
-No me amenaces, no pienses que te tengo miedo -le desafío, levanto la cara para ser le frente.
-¿Quien se fijaría en ti? -hablo después de unos segundos en silencio- no eres mas que una nerd, si andaba contigo era para mi beneficio que te quede claro.
Hanna sonrió, era una sonrisa torcida pero en la cual podía ocultar algún secretó, un as bajo la manga.
-¿A si? ¿Eso es lo que crees? -le preguntó, ella se giró y su mirada se encontró con la mía, achique los ojos queriendo encontrar o descifrar cual era su plan, pero sin duda alguna no esperaba ni estaba preparado para su siguiente movimiento.
Hanna camino hasta quedar frente a mi y después tomo mi rostro entre sus manos y sus labios cubrieron los mios en un segundó.
Fueron 3 segundos en los que ella movió sus labios sobre los míos, 3 segundos que tarde en procesar lo que pasaba, 3 segundos que entendí el motivó y después de esos 3 segundos ella se separo. Sus ojos cafés miraron los míos, en ellos vi un destello de culpa.
Cuando estaba por dar un paso atrás, se lo impedí enrollando mi brazo izquierdo en su cintura y mi mano derecha la dirigí a su nuca y estampe mis labio en los suyos. Ella a poyo las palmas de sus manos en mi pecho para después subirlas hasta llegar a mi cuello, no besaba nada mal su boca era pequeña pero sus labios bien marcados me fascinaban. Pegue mas su cuerpo al mío, la tenia entre mis piernas hasta que ella rompió el besó, apartándose despacio.
Podía sentir la mirada de todos puesta en nosotros pero no me importo, lo que importaba en ese momento fue la sonrisa en su rostro, el brillo en su mirada y sus mejillas sonrojadas. Se giro y comenzó a caminar rumbo a donde se encontraba su amiga, quien sonreía satisfecha.
-¡Buena suerte con tu puesto de mariscal! -grito su amiga- espero que tus notas sean excelentes este año.
Edwin apretó los puños sabio lo que significaba, si sus calificaciones bajaban podría ser relevado de su puesto y alguien más ocuparía su lugar.
Por segunda vez dejaba a aquellos dos mudos y a mi con una sonrisa el los labios, esta vez ambos abismos ganado.
Teníamos la segunda clase juntos, al entrar me di cuenta que ella aun no llegaba, me senté y espere a que el profesor o ella aparecieran.
Cruce mis brazos enzima de la mesa y recargue mi frente, cerré los ojos intentando dormir un poco, los murmullos cesaron, levante la mirada y me percate de la llegada del profesor, cerro la puerta y cuando se estaba alejando dos golpes lo hicieron detenerse. El y profesor suspiro y abrió de nuevo esta, se hizo a un lado para dejar pasar a quien se encontraba fuera.
-Señorita Cooper espero que no se vuelva a repetir, para la próxima no entra ¿entendió?
-Si profesor.
Hanna tenia la cabeza gacha y la mirada puesta en el pisó, tomo asiento, saco su libreta y yo hice lo mismo. Él profesor comenzó a dar la clase y apuntar cosas en el pisaron, 15 minutos después escuche a Hanna tomar aire y soltarlo.
-La...lamento... -se aclaro la garganta- lamento lo del estacionamiento -la mire de reojo, su vista estaba puesta en su libreta mientras hablaba- y gra...gracias por seguirme la corriente.
Incline un poco la cabeza para poder ver su perfil, arquee una de mis cejas, ¿en verdad se estaba disculpando por un simple beso? Finalmente decidió mirarme.
-Yo no -pronuncié, a lo que ella puso una cara de confusión- no lo lamentó -recalque para que pudiera entenderme- te volvería a besar si fuera necesario.
Volví la vista al frente dejándola con la boca un poco abierta y con sus mejillas sonrojadas.
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ROSAS PARA JOSEPH.
Подростковая литератураJoseph tiene problemas emocionales, viene de una familia "fallida", donde él ocupa el lugar de la oveja negra. Pero todo cambia el primer día, del ultimo año de instituto, específicamente, en el estacionamiento, donde es testigo del rompimiento de u...